CONOCEMOS A LA
MADRE MARÍA SALOMÉ ?
María Salomé Loredo no era nativa de
Argentina; había nacido en España, el 22 de octubre de 1855.
COMIENZOS
Inició su ministerio a instancias de su maestro físico,
Pancho Sierra, a quien ella acudió buscando curación por un tumor en el seno
que la afectaba.
Además de encontrar allí su completa sanación, Pancho Sierra
la nombró su sucesora, diciéndole:
“No
tendrás más hijos de tu carne, pero tendrás miles de hijos espirituales”.
Un día, la Madre María Salomé se
puso a rezar y a meditar arrodillada, y permaneció así 24 horas, sin moverse,
en éxtasis glorioso.
Ese día se iluminó y se le reveló su “Plan Divino de
Perfección” para esta encarnación.
Al salir de ese estado, dijo en voz alta:
“Ya nada ni nadie me puede detener. Jesús me
transmitió lo que debo hacer. Debo darme a mi misión ”.
MINISTERIO
Ella se consagró como protectora de pobres y enfermos. Hizo
esto con un singular carisma, extremada paciencia y voz suave, pero tan segura,
que transmitió a todos la convicción de la “Fe en el Poder de Dios”.
SANADORA
Uno nunca
se debe apropiar de nada bueno que tenga, ya que todo lo da Dios; uno solo es
el administrador de algunos bienes que Dios pone bajo su custodia.
Dios es como
un gran hacendado, dueño de todas las tierras, y uno es como un empleado suyo,
a quien Él le encomienda cultivar una parcela de sus terrenos, donde las flores
y frutos que se cosechan, no son del empleado sino del Dueño y Señor de todas
las cosas.
Esto es la “Divina Negación”.
ENSEÑANZA
Además de las curaciones y
predicciones que realizó, la
Madre María Salomé se dedicó a hacerle comprender a la gente
la existencia de Dios y el camino verdadero para llegar a Él; que nunca
morimos, haciendo incapié en la purificación o la Regeneración Humana
y explicando esto con la existencia de la reencarnación.
“Tratad, siempre que podáis, sin apartaros de lo
justo , de ayudar al necesitado, al que sufre la injusticia o la maldad de
otros; al que tuviera el alma dolorida o el dolor en su cuerpo, aliviarle, si
su infortunio es grande.
Esas son las buenas obras que Dios quiere”.
