lunes, 17 de septiembre de 2012

YO SOY POSITIVO


El segundo Rayo de Dios es Iluminación, Inteligencia, Intuición, Sabiduría.


                          

                               SEGUNDO  RAYO

El segundo Rayo de Dios es Iluminación, Inteligencia, Intuición, Sabiduría.

Dice el Santo Job: “Con Dios es la Sabiduría y el Poder, Suyo es el consejo y la inteligencia”.

Todo lo que está iluminado, está recubierto de un color dorado como la aureola de los Santos y la luz de las velas.

No vuelvas a decir nunca más que no sabes algo, recuerda que Dios dentro de ti lo sabe todo porque él es la Omnisciencia. Puedes afirmar:

“Yo Soy el nombre de Dios trayendo a mi mente toda la inteligencia que requiero para resolver esto ahora”.

La Sabiduría de Dios está en cada átomo de tu cuerpo, por eso no te puedes enfermar y la Sabiduría de Dios también está en cada átomo de tu creación por eso nada tiene porque fallar ni funcionar mal. 

Invoca y recuérdale a todo la Sabiduría Divina que tiene por dentro y verás suceder milagros.

La Sabiduría de Dios está dentro de ti, así que no tienes porque dañarte ni enfermarte”.


Del libro: “ Práctica de Dios en mí”, de Rubén Cedeño (pag.63)
EDITORIAL METAFISICA POSTAL

INTELIGENCIA CREATIVA



INTELIGENCIA CREATIVA

La inteligencia es creativa, no es imitativa, porque cada uno tiene que desenvolver la inteligencia en algo distinto, y no puede haber un libro ni un método que diga lo que hay que hacer en cada caso. 
Lo que hay que hacer para resolver todos los inconvenientes es desarrollar la inteligencia. 
Algunas personas andan preguntando: ¿Qué hago?, pero uno tiene que saber qué es lo que debe hacer. 
Si le dices lo que tiene que hacer a esa persona, nunca va a desarrollar la inteligencia.
La inteligencia siempre es nueva, porque no hay un método para decirte que debes hacer en cada situación. 
Si está lloviendo, abrirás un paraguas; si hace calor, te abanicarás; todo depende de la situación, y solo la inteligencia te lo dirá. 
Estén claros, esto no es un ejemplo vano. 
Si vas a bajar por el ascensor o por la escalera, la inteligencia te lo dirá en el momento, de acuerdo a las circunstancias; por eso siempre es nueva. 
Tú no sabes, cuando llegues al sitio donde vas, si habrá electricidad o no; por lo tanto, anticipadamente, no te puedo decir si te tienes que alumbrar con un bombillo, una linterna, una vela o un rayo láser.
La inteligencia es un reto continuo. 
Para pasar la calle tienes que ser creativo, tienes que estar mirando los autos, pues si no lo haces y dices: “A mí me dijeron que pasara después del auto rojo”, y lo haces sin pensar, sin ver si viene un camión, te pisa y te quedas ahí, como una estampilla, porque no usaste la inteligencia, porque te dijeron que hicieras esto o lo otro y lo hiciste, sin tomar en cuenta las consecuencias.

DECISIÓN INTELIGENTE

Piensa, detente, como cuando estás en la calle y te paras en una esquina a pensar por dónde vas a cruzar; porque si te equivocas, vas a caminar muchas manzanas de más, te vas a meter por una calle que no te conviene o por un barrio desagradable.
Uno tiene que utilizar la inteligencia; toda decisión necesita de inteligencia.
A veces, a uno le puede tocar salir de la casa y pasar un mes en Italia dando clases; después, otro mes en la India; entonces la gente pregunta: “¿No te cansas?”, y uno le responde: “¡No. Yo lo decidí!”.
 Cuando acepté hacerlo estaba consciente de la decisión y tomé medidas para asumirlo con felicidad, porque si no, diría que no. 
Y cuando no sé, digo: “No sé”. Uno también debe aprender a decir: “no sé”. Cuando no sabes, no puedes o no consideras que lo puedas hacer inteligentemente, tienes que tomarte tu tiempo; tienes un derecho, también, de tomarte un tiempo para resolver y no equivocarte.

INTELIGENCIA DE CAUSA Y EFECTO

Si sabes el Principio de Causa y Efecto, no puedes darte el lujo de equivocarte, porque si lo haces, te traerá una ola de desastres; y al revés, si tienes un gran acierto, vas a desatar una ola de bendiciones. 
Entonces, ten cuidado hasta de cómo te vas a levantar de la silla, porque sabes que cada paso que des va a traer una consecuencia. 
Eso es ser Inteligente, ser metafísico, no es otra cosa; eso es lo que le he visto a mis maestros, como a Conny Méndez, y por eso me enamoré de la Metafísica; no por los decretos, por estar rezando a los Maestros, estar viendo luces, teniendo visiones ni estar pensando en el más allá. 
Lo que me enamoró de Conny Méndez fue poder ser Inteligente, estar lúcido, claro y tener la vida resuelta. 
Era un adolescente y me dije: “Cuando sea grande y viejo, quiero ser como Conny Méndez, vivir como ella, inteligentemente, con todo resuelto”. 
Eso fue lo que quise. Para eso utilizo la Metafísica.


Del libro: “Rayo Dorado”, de Rubén Cedeño; pág. 120 a 122. Edición Conjunta: EDITORIAL MANIFESTACIÓN & EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA.