sábado, 9 de febrero de 2013
EL TRATAMIENTO NO PUEDE FALLAR
EL TRATAMIENTO
NO PUEDE FALLAR
Si el chela pudiera solamente entender lo
que Saint Germain ha dicho repetidas veces:
“Hagan
sus decretos sin esperar resultados específicos.
Solo
regocíjense sabiendo que el tratamiento no puede fallar”,
se ahorrarían afanes sin fin, a medida que
el entusiasmo y la desesperación suben y bajan, oscilando entre el esfuerzo y
el letargo, el entusiasmo y la desesperación.
La Ley del Círculo es una maestra severa,
pues no hay más guía que el dolor y la infelicidad, ¡y mucho después llega el
Amor!
Y esto es lo que el infante, el hombre
maduro, podrán aprender por medio de la experiencia, la contemplación y la
observación.
La energía actúa al instante; aunque su
regreso pueda tomar siglos, no cabe duda que retornará.
Esto es el karma, sea bueno o malo.
Del libro: “Espíritu Santo”, de Santo Aeolus. – Edición conjunta: EDITORIAL MANIFESTACIÓN
& EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA.
LIBERÁNDONOS
LIBERÁNDONOS
Cada vez que te sientas ahogado por falta de
Libertad, di:
“YO SOY LIBRE
DENTRO DEL CORAZÓN DE DIOS”.
El día que no
nos identificamos con las ideas, sentimientos y pensamientos de los demás,
seremos libres.
Ante todo engreimiento, formalismo,
intolerancia, vanidad, superficialidad, invoquemos el PERDÓN y la LIBERTAD de
DIOS y se disolverá.
El Aspecto PERDÓN y TRANSMUTACIÓN de DIOS
está muy desarrollado en Diplomáticos, Caballeros, Damas, Sacerdotes, Magos y
Alquimistas.
Estamos en el Tercer Milenio, en la Era de
la Libertad, por eso deseamos ser LIBRES psicológicamente, de formalismos,
convencionalismos, autoridades, dogmas y reglas y del sufrimiento y las CAUSAS
que lo originan, para ser felices.
Queremos libertarnos del autoritarismo, la
estupidez, la brutalidad, el odio, las depresiones, enfermedades, peleas, guerras,
carencias, traiciones, del pasado, la pobreza y el rencor, que son ataduras y
no tenemos porque aceptarlas.
Piensa y realiza:
“Yo Soy Libre
en Dios”.
“La Libertad no
se le obliga a nadie, puesto que dejaría de ser Libertad y se convertiría en
imposición”.
Del libro: “Siete Aspectos de Dios”, de Rubén Cedeño. - Edición conjunta:
EDITORIAL MANIFESTACIÓN & SEÑORA QUISQUISACATE PUBLICACIONES.
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