lunes, 15 de abril de 2013

el Rayo Dorado nos da resistencia ante las adversidades,


EL RAYO DORADO NOS DA INTELIGENCIA


Al ser meditado y decretado por nosotros;
el Rayo Dorado nos da resistencia ante las adversidades,
intuición e inteligencia clara para saber cómo proceder y resolver las situaciones que se nos presentan y que desconocemos.

Al Rayo Dorado se lo denomina “de Sabiduría”, debido a que aquellos que lo usan tienen un característico deseo de adquirir conocimiento puro y alcanzar la verdad absoluta.

“Rayo Dorado”, de Rubén Cedeño. –Edic. conjunta: EDIT. MANIFESTACIÓN & EDIT. SEÑORA PORTEÑA.

nosotros somos el vehículo de la Divinidad


VEHÍCULOS DE LA DIVINIDAD


El primer Chispazo de la Metafísica es que nosotros somos el vehículo de la Divinidad y si no la manifestamos físicamente, nadie lo va a hacer por nosotros.

Hay que tener en cuenta que la Divinidad es perfección, excelencia, orden y exquisitez.

En Dios todo es Bello, Puro, Perfecto y Armónico; no hay nada descompuesto, a medias, feo, desgastado, arruinado o imperfecto.

Se trata de manifestar esa perfección de Dios en nuestro cuerpo; la casa donde vivimos y por donde quiera que sea que nos movemos.

Esto es posible, se puede, es factible.

Eso sí, te lo tienes que creer.

En la Metafísica es básica la fe, la creencia en las cosas buenas que aprendes, para que te puedan funcionar.

A una persona, que poniendo en práctica la Metafísica logró un milagro que parecía imposible, alguien le dijo: 
“Parece increíble. Esto no se puede creer”,
Y el estudiante de Metafísica le contestó: 
“Estoy en Metafísica para creer en lo que los demás no creen, incluso en lo increíble.

De eso se trata esto”.

“Chispazos de Metafísica”, de Rubén Cedeño. –Ed. Conjunta: GPO METAFÍSICO SEDE CENTRAL & ED. SEÑORA DE LA LUZ.

¿Y quién realmente toma la decisión de conocerse a sí mismo?


CONÓCETE A TI MISMO



En el pronaos del Templo de Apolo, en Delfos, se leía: “CONÓCETE A TI MISMO”, un mandato muy propio del Segundo Rayo Dorado de la Sabiduría.

Esta frase le ha dado la vuelta al mundo entero y se ha mantenido vigente a través de las edades.

¿Y quién realmente toma la decisión de conocerse a sí mismo?
Esto es todo un tema.
Se necesita entrega, humildad para reconocer los propios defectos, escuchar mucho a los que saben, investigar dentro de uno mismo, descubrir las energías internas que nos mueven las demás personas cuando las tratamos, sobre todo las que nos caen mal o nos molestan.

A veces es difícil conocernos a nosotros mismos, porque es observar y darnos cuenta de lo que somos sin que participe nuestra imaginación; pero generalmente no nos damos cuenta de nosotros, de lo que nos conviene y lo que no, de nuestras mentiras, negligencias, fallas, absurdos; creemos que somos perfectos pero no es así.

En ocasiones, empezamos a medio detectar algo de nuestras fallas, pero casi no nos vemos.

“Rayo Dorado”, de Rubén Cedeño. –Edic. conjunta: EDIT. MANIFESTACIÓN & EDIT. SEÑORA PORTEÑA.