NO
DEBER
No le debamos a nadie.
No debamos nunca, y
dejemos esa maña de estar pidiéndole prestado dinero o cosas a la gente.
Cuando uno debe, retrasa
el advenimiento de lo que a uno le pertenece por “Derecho de Conciencia”,
porque
por “Causa y Efecto”, se nos devuelve el que nosotros le estemos obstaculizando
la provisión a otro ser humano al deberle.
Si acaso compramos algo a
crédito porque es de un alto costo, como un
piano o un auto, paguemos puntualmente las mensualidades.
No fiemos, porque cuando
uno está debiendo, aquello que tiene que venir por “Derecho de Conciencia” se
detiene.
Una persona que debe, no
puede poner en funcionamiento la Ley del “Derecho de Conciencia” porque está
debiendo, y Dios no le puede dar hasta que pague lo que debe.
Para vivir próspero toda
la vida no hay que deber.
Si alguien utiliza su
tarjeta de crédito, páguela de inmediato.
Rubén Cedeño; “Provisión”. Edición conjunta: EDIT. MANIFESTACIÓN & EDIT. SRA PORTEÑA