ABRIRSE
A LA VIDA
Cuando
vamos hacia la vida, abriéndonos, participando y sensibilizándonos, jamás
causamos daño.
Si
creemos eso, son temores vanos y justificaciones para no participar, y que
otros no vean nuestras fallas y debilidades, por orgullos infundados.
Hay
que procurar momentos en que termine de aflorar todo, que no quede nada
estancado en el fondo, para que puedan haber limpiezas profundas y remoción de
escombros.
Si
así es realmente, será presagio de larga vida y fortuna de toda santa relación
que el Padre haya dispuesto.
Tenemos
que ensanchar nuestra vida a medida que tratamos de verter la nuestra en la de
otros, porque la otra polaridad contrae la vida y se excluye.
Vayamos
hacia la vida, la sensibilidad, la participación, porque la otra polaridad
lleva hacia la separatividad, la insensibilidad, y todo esto es la muerte.
Rubén
Cedeño ; "Asuntos del Alma”.
Editorial Manifestación & Editorial Señora Porteña.