MANTRAM DE UNIFICACIÓN DEL DÍSCIPULO
MUNDIAL
“Los hijos de los hombres son uno y yo
soy uno con ellos.
Trato de amar y no odiar;
Trato de servir y no exigir servicio;
Trato de curar y no herir.
Que el dolor traiga la debida
recompensa de luz y amor.
Que el alma controle la forma externa,
La vida y todos los acontecimientos,
Y traiga a la luz el amor
Que subyace en todo cuanto ocurre en
esta época.
Que venga la visión y la percepción
interna.
Que el porvenir quede revelado.
Que la visión interna sea demostrada.
Que cesen las divisiones externas.
Que prevalezca el amor.
Que todos los hombres amen.”
Rubén Cedeño; “SENDERO”
Grupo
Editorial Metafísico & Ed. Señora de la Luz