sábado, 9 de marzo de 2013
En Dios no existe el pasado, solo el presente.
EN EL PERDÓN NO
HAY PASADO
En Dios no existe el pasado, solo el
presente.
La naturaleza no tiene pasado, sino un
récord histórico que es visible en la grandiosidad de su presente.
En cada segundo del tiempo que transcurre
está presente toda la plenitud que Dios desea expresar con Su
multimanifestación, que es un estado de Presencia Absoluta.
En cada palpitar del corazón y respiración
sólo hay presente, y en esto podemos concienciar a Dios y repetir Su Nombre con
cada palpitar, inhalación y exhalación.
Estar
recordando el pasado es vivir en la muerte.
Jesús dijo:
Dejad que los muertos entierren a los muertos.
Cuando se vive en la conciencia de Dios,
sólo existe el presente, el aquí y ahora, no hay récord ni memoria del pasado.
Lo que sucedió ayer, haya sido bueno o malo,
no se puede cambiar, no tiene solución ni existencia real y no es tangible.
El pasado solo
existe en la mente de quien lo piensa.
Dios es la plenitud del presente en donde estamos
en este momento, en el aquí de este instante que desaparecerá para pasar a otro
instante y así ir de momento en momento, de Presencia en Presencia, de Plenitud
en Plenitud penetrando sutilmente en la Eternidad.
Del libro: “Siete Aspectos de Dios”, de Rubén Cedeño. – Edición conjunta:
EDITORIAL MANIFESTACIÓN & SEÑORA QUISQUISACATE PUBLICACIONES.
La Piedad elimina la pobreza del rencor.
PIEDAD
La Piedad es el Séptimo y último de los
dones del Espíritu Santo, y se subdivide en siete virtudes que son: Liberación,
Perdón, Amor Compasivo, Transmutación, Misericordia, Invocación y Olvido de
agravios.
La Piedad elimina la pobreza del rencor.
Este Don lo tienen desarrollado la mayoría
de los buenos y verdaderos sacerdotes.
Para vivir en el estado de Bienaventuranza
del Reino Celestial, es imprescindible tener desenvueltos los “Siete Dones del
Espíritu Santo”, que Él los otorga con sólo pedírselos y ejercitarlos.
Del libro: “Dones del Espíritu Santo”, de Rubén Cedeño. –Edición conjunta:
EDITORIAL MANIFESTACIÓN, LOTO DORADO & SEÑOR DEL ACONCAUA
La Llama Violeta
USO DE LA LLAMA
VIOLETA
La Llama Violeta surge victoriosamente
dentro de nuestro corazón, diciendo, pensando y sintiendo, ante toda situación
ofensiva, discordante, peyorativa:
“Yo
Soy la Llama Violeta”,
y viéndola surgir desde la punta de nuestros pies
hasta más arriba de nuestra cabeza, abrazándonos como una antorcha viviente de
Fuego Sagrado.
Del libro:”Siete Rayos”, de Rubén Cedeño. –Edición conjunta: EDITORIAL
MANIFESTACION & EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA.
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