LIBERACIÓN
Si cuando somos cautivos de alguna condición, nos abocamos en devoción
a la Madre Mercedes –comprendiéndola, estudiándola, amándola- Ella nos hará
desenvolver la autoconciencia de las causas del cautiverio y la forma de
liberarnos por nosotros mismos; o hará que verdaderos amigos, un facilitador o alguien
fiel y clarificado nos conciencie crudamente, concienzudamente, sin tapujos,
sobre nuestro cautiverio y la forma de liberarnos.
Nos daremos cuenta de que somos
los únicos culpables de todo lo que nos ha sucedido; y si dejamos el orgullo y
deponemos las ideas, sentimientos y actuaciones que nos condujeron al
cautiverio, es posible que se opere el gran milagro de nuestra libertad.
Se nos presentará la Madre Mercedes, y con un estruendoso golpe, nos
liberará de nuestras cadenas; se producirá nuestra resurrección y saldremos
victoriosos de la tumba del oscuro encierro, tal como se ve Florestan en la
Ópera “Fidelio” de Beethoven.
Nos daremos cuenta, con pruebas fehacientes, de que lo que nos
hicieron ver como realidad mientras estábamos cautivos, era mentira; una
componenda para que desarrolláramos virtudes, destrezas, fuerza de voluntad,
sabidurías, amores, bellezas, comprendiéramos verdades; una cantidad de asuntos
que, de no haber sido así, no los hubiéramos desenvuelto.
Libro: “Madre Mercedes”, de
Rubén Cedeño.
Editorial Manifestación & Editorial Señora Porteña.