lunes, 4 de marzo de 2013

La Sabiduría forma parte de lo que es Dios y la poseen los grandes maestros.


SABIDURÍA

La Sabiduría es la expresión y fusión de la inteligencia, iluminación, genialidad, percepción e intuición, en el presente, y es totalmente impredecible.

La Sabiduría forma parte de lo que es Dios y la poseen los grandes maestros.

La podemos expresar cuando emitimos algo propio que no es teoría mental ni información.

El Saber no es conocimiento ni información, ya que todo esto, sin amor y sin deseos nobles de ponerlos al servicio constructivo del ser humano, pueden producir monstruos.

La verdadera Sabiduría es hermana gemela de la Compasión, y consiste en perdonar y ayudar a aquel que ha cometido un error, se ha equivocado, enseñándole compasivamente; es no invadir ni dividir a discípulos o grupos que uno no ha formado; es allegarse a un enfermo y suministrarle salud; acercarse a la gente y darle la Enseñanza Espiritual que va a solucionar sus problemas, sin proponerle a cambio que se meta en determinada organización espiritual; es ser simple y dar la instrucción sin insignias ni banderas; ofrecerle la belleza y el arte a todos para que lo disfruten y se eleven; es tener buena voluntad hacia todos aquellos que se nos acerquen, especialmente hacia los que nos han facilitado la Enseñanza Espiritual.

Del libro: “Rayo Dorado”, de Rubén Cedeño. –Edición conjunta: EDITORIAL MANIFESTACIÓN & EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA.

TRATAMIENTOS DE SABIDURÍA


TRATAMIENTOS DE SABIDURÍA

Al decretar la Sabiduría te llenas del brillo de la Iluminación, la gracia de la Inteligencia, la gloria de la Intuición, el esplendor del Genio, la variedad de la Creatividad y la Inventiva.

Uno puede hacerle el tratamiento de Sabiduría a su negocio, empresa, grupo de estudio, grupo espiritual para que funcione de manera perfecta.

Hazte amigo de la Sabiduría y aplícala a lo que te haga sufrir, y disolverás todo problema y traerás bienaventuranza y felicidad.

“Yo Soy envolviendo en el Rayo Dorado de la Sabiduría esta situación, para que se resuelva ahora”.

Si nos enfermamos nos podemos sanar; invoca:
“La Sabiduría de Dios está dentro de mí, y no tengo que enfermarme”.
“La Sabiduría Divina hace latir perfecto mi corazón, desaparece toda apariencia de hipertensión, arritmia o taquicardia y restablece su perfecto funcionamiento ahora”.

Para que constantemente estés cultivando tu sabiduría, repite siempre:
“Yo Soy la Sabiduría de la Mente de Dios”.

Del libro: “Siete Aspectos de Dios”, de Rubén Cedeño. –Edición conjunta: EDITORIAL MANIFESTACIÓN & SEÑORA QUISQUISACATE PUBLICACIONES.