martes, 17 de junio de 2014

Toda Energía Puede Encarnar en Diferentes Cuerpos y Formas

NADA SE PIERDE, TODO SE TRANSFORMA

Por el cumplimiento de los Principios de Vibración y Ritmo, todo, en la naturaleza, se transforma, nada muere ni desaparece totalmente.

El agua que viene cuando llueve es absorbida por la tierra y, al mezclarse con esta, los árboles absorben su alimento y lo transforman en clorofila; 
a su vez, esta se convierte en un fruto que, al ser comido, se vuelve energía vital para el cuerpo, y así continúa la transformación de la energía en una rueda interminable.

Esto quiere decir que la energía del agua va reencarnando, tomando carne o cuerpo de diferentes formas.

De este modo, vemos que toda energía puede encarnar en diferentes cuerpos y formas, siempre superiores, sin atrasarse nunca.

Un paso dado, no hay que volver a darlo.

El “Principio de Vibración” impulsa a que todo se mueva y se transforma, como en una danza cósmica.

Nosotros, como Chispas Divinas que somos, nunca hemos muerto y jamás moriremos.

En el transcurso de los años, cuando el cuerpo físico ya no le sirve a nuestro SER DIVINO, para realizar el trabajo que debemos hacer en la vida –seguir adquiriendo experiencia en el uso de los “Siete Aspectos de Dios”, las “Siete Leyes Divinas”, “El Cristo” y el “Yo Soy”-, lo tenemos que cambiar, así como uno cambia un traje cuando este ya no sirve.

Muchas veces nuestro ser es como un canario que comienza a crecer dentro de una jaula, que es el cuerpo físico, y cuando el canario ya está muy grande, hay que cambiarlo a una jaula más amplia y cómoda, para que pueda seguir cantando feliz.

Rubén Cedeño; “Pilares de la Metafísica”

Grupo Editorial Metafísica & Editorial Señora Porteña