El Segundo Rayo Solar Dorado de la Sabiduría, Inteligencia, Iluminación, Observación, Intuición, Genio y Comprensión, se encuentra en nuestro Cristo en la Llama Central. Es la Palabra, el Verbo, que es uno con Dios; el Sonido Creador OM, o "YO SOY", que suena e interpenetra el Universo Manifiesto, preservándolo para que no se desintegre. Bajo su radiación trabajan maestros, filósofos, pensadores y sabios. Cada vez que necesitemos inteligencia y saber algo, invoquemos este Rayo y visualicémonos envuelto en Luz Dorada. Se ancla en cada segundo aspecto del Cosmos, en el hijo de toda trinidad y en cada Cristo del Universo. Es canalizado y expandido por nuestro Señor del Mundo hacia la Tierra a través de su Chakra Coronario. Nos da resistencia ante las adversidades, intuición en las situaciones que desconocemos, inteligencia para resolver las situaciones.
Puede ser que, al desenvolver el Rayo Dorado sin la plena Conciencia Crística, se exprese en nosotros: excesiva concentración en el estudio, descuidando otras cosas; frialdad e indiferencia en el trato con los demás seres humanos; desprecio por las limitaciones mentales ajenas y la ignorancia. La actividad de este Rayo Dorado se debe equilibrar con amor afectivo y nutritivo, compasión infinita y altruismo en nuestras acciones. Este Rayo, con amor y poder, produce Iluminados. Quien pertenece a este Rayo está siempre insatisfecho de sus realizaciones; su mente permanece fija en conocer lo desconocido, el más allá y las cumbres no escaladas; tiene tacto y previsión; es excelente embajador, destacado maestro o director de escuela, con inteligencia clara, capacidad para inculcarle a otros el verdadero punto de vista de las cosas y hacerlas ver como él las ve.
Titulo original del libro: Siete Rayos
Autor: Rubén Cedeño
Editor Fernando Candiotto
Edición conjunta:
Editorial Manifestación
Editorial Señora Porteiía