De Aristóteles-
384
AC-322 AC . Filósofo griego.
Revolución del
Alma
Nadie es dueño
de tu felicidad, por eso no entregues tu alegría, tu paz y tu vida en las manos
de nadie, absolutamente de nadie.
Somos libres,
no pertenecemos a nadie y no podemos ser dueños de los deseos, de la voluntad o
de los sueños de quien quiera que sea.
La razón de tu
vida eres tú mismo.
Tu paz interior
es tu meta en la vida.
Cuando sientas
vacío en el alma, cuando acredites que aún te está faltando algo, aún teniéndolo
todo, guarda tus pensamientos para tus deseos más íntimos y busca la divinidad
que existe en ti.
¡Deja de situar
tu felicidad cada día mas distante de ti!
No coloques el objetivo demasiado
lejos de tus manos, abraza a los que están a tu alcance hoy!!
Si andas
preocupado por problemas financieros,
amorosos o de relaciones familiares, busca en tu interior la respuesta para
calmarte, tu eres el reflejo de lo que piensas diariamente.
¡Deja de pensar
mal de ti mismo y sé tu mejor amigo siempre!
Sonreir significa aprobar,
aceptar, facilitar. Entonces, habrá una sonrisa para aprobar a el mundo que
quiere ofrecerte lo mejor.
Con una sonrisa en el rostro las personas tendrán
las mejores impresiones de tí y tú estarás afirmando para ti mismo que estás
listo para ser felíz…
Trabaja,
trabaja mucho a tu favor.
Deja de esperar
la felicidad sin esfuerzos.
Deja de exigir
a las personas aquello que ni para ti has conquistado aún.
Criticar menos,
trabajar más.
Y no te olvides
nunca de agradecer.
Agradece todo
lo que está en tu vida en cada momento, inclusive el dolor.
Nuestra comprensión
del universo aún es muy pequeña para juzgar lo que quiere que sea en nuestra
vida.
La grandeza no consiste en recibir
honores, sino en merecerlos