RAYO ORO -RUBÍ
El Rayo Oro-Rubí es el Sexto en el orden de los Siete Rayos, y
concretiza uno de los “Siete Aspectos de Dios”. Es el Rayo de la provisión, Paz, Suministro, Gracia, Devoción,
Misticismo y Serenidad de Dios.
Estas mismas cualidades están dentro de
nosotros, cuando se combinan las Llamas Dorada y Rosa de nuestro Cristo, y
surge la Llama Oro-Rubí.
De ella proviene todo el potencial de provisión de
toda cosa buena que nos es necesaria.
Gracias a la acción suministradora de
esta Llama, todos los requerimientos de nuestros cuerpos físico, etérico,
astral y mental son suplidos.
Toda
la Provisión que requerimos y anhelamos está dentro de nuestro corazón, y la
encontramos en nuestra radiante Llama Oro-Rubí.
La Llama Oro-Rubí es la que permite que
nuestra Provisión Divina de dinero y alimentos fluya hacia nosotros, como el
aire que respiramos, sin que nos falte nunca, a menos que nuestra mente y
sentimientos lo impidan con su actitud negativa.
CLAVE DE LA PROSPERIDAD
La clave para vivir
“Rebosante de Riquezas” es dar, dar y siempre dar.
Pero aquello que demos,
debemos bendecirlo para que se nos devuelva millonificado.
Si damos un Euro, un
Dólar, un Peso o cualquier moneda, digamos:
“Dios bendice y multiplica tu Provisión Divina, y me lo devuelve
millonificado para hacerme Rebosante de Riquezas”.
Esta aplicación también
debemos hacerla cuando paguemos una cuenta, hagamos un cheque o depositemos dinero en el banco.
Lo que se bendice, se multiplica.
Bendigamos siempre todo dinero que caiga en nuestras manos.
Por nada del mundo nos sumemos a esas
conversaciones en que se estén afirmando cosas como: “Los bancos están
quebrados”, “la devaluación nos está matando”, “que país tan pobre”.
Ya sabemos
la verdad de que la única pobreza está
en la mente, y no participar de esas conversaciones nos protege contra toda
miseria.
Para que nunca nos falte la comida, cada vez
que nos sentemos a comer, démosle gracias a Dios por los alimentos recibidos;
extendamos las manos sobre la comida y digamos.”Amada Presencia de Dios, bendice estos alimentos y las manos que los
prepararon. Gracias Padre”.
Aplicando
todo esto, va a cambiar nuestra fortuna favorablemente; y si ya somos
opulentos, esto nos mantendrá por siempre afortunados.
El secreto final para
vivir “Rebosante de Riquezas” y jamás arruinarnos, está en el diezmo, que
consiste en donar el diez por ciento de
todo lo que Dios nos da, en beneficio de una obra que difunda este
conocimiento.
Esto puede ser: depositando una dádiva en la bolsita de la
“Donación Amorosa” del grupo espiritual, o comprando libros de esta instrucción
para regalar y hacer que otros aprendan estas enseñanzas y se beneficien de
ellas.
Extraído
del libro:” PROVISIÓN” de Rubén Cedeño. -Edición conjunta: EDITORIAL
MANIFESTACION & EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA