LA ILUMINACIÓN
NO ES UN LUGAR
La Iluminación no
es un lugar en el espacio, es un estado de conciencia que se puede vivenciar
tanto en la parada del metro como en la cumbre de una montaña, escuchando un
concierto o los gritos de los niños en una escuela, en una ciénaga pantanosa o
sobre una firme roca, al ir caminando por la 5ª Avenida de New York o por el
mercado de los brujos de La Paz; da igual.
La gente, en su ignorancia, ha mitificado el
hecho de la Iluminación y ha creído que este es un don del Cielo, que solo
algunos lo tienen por haber sido escogidos para ello.
Esto hace que las personas se suman en la
mediocridad de esperar a ver si algún día ese supuesto Dios se fija en ellos y
los convierte en Iluminados.
La Iluminación no es un proceso sobrenatural
o místico, sino un proceso cognoscitivo producto del cumplimiento de leyes
lógicas y físicas, resultado de la observación consciente, silenciosa y
profunda del SER, la VIDA, el EXISTIR, el ALIENTO VITAL, la REALIDAD en uno y
de las cosas que lo rodean.
Del libro: “Rayo Dorado”, de Rubén Cedeño. –Edición conjunta: EDIT.
MANIFESTACIÓN & EDIT. SEÑORA PORTEÑA.