jueves, 20 de octubre de 2011

FENG SHUI DEL HOGAR V


FENG SHUI DE LA SALA DE BAÑO
Como el baño es el lugar de la limpieza, sanidad, excre­ción, purificación y transmutación de todo lo que deseamos lim­piarnos, se recomienda el uso del blanco matizado levemente de violeta o con detalles de este color, que es el Rayo de la Trans­mutación. Si por Principio de Correspondencia, comparamos la casa con un organismo, el cuarto de baño es análogo al riñón o a los intestinos, por donde deponemos lo negativo.
El papel higiénico debe ser completamente blanco, sin di­bujos ni ningún tipo de color o perfume químico añadido, ya que los mismos hacen mucho daño al rozar con la piel, sobre todo en el ano y las mucosas.
En los baños se deben tener varios tipos de desodorizantes cerca del inodoro, y de uso manual en forma de rociador, ya que los malos olores atraen energías siniestras, y, por el contrario, los buenos olores atraen ángeles.
En los lugares donde falte el agua, no se deben usar los inodoros, sino defecar en dispositivos plásticos o de papel, para arrojarlos a la basura posteriormente y no tener dentro del baño focos de malos olores ni heces estancadas en descomposición.
No tiene nada de malo dejar la tapa del inodoro destapada; para algunas costumbres es señal de limpieza.
El estado de nuestro cuarto de baño refleja nuestra capa­cidad para cuidarnos y querernos a nosotros mismos. No es un elemento negativo, que "drena" las energías del hogar, sino un lugar de purificación y también de placer, donde, a través de los cuidados que le damos a nuestro cuerpo, expresamos nuestra autoestima.
Las salas de baño, preferiblemente, no deben estar cerca de la cocina, ni ser visibles desde el comedor o el estar.
La sensación del baño debe ser de intimidad, pureza, higie­ne y privacidad. Debe ser simple y no demasiado grande.
 Las puertas y ventanas de la sala de baño deben cerrar perfectamente con sus respectivos seguros.
Todos los grifos deben encontrarse en buen estado y no pueden estar oxidados ni goteando.
Es ideal que el área de las toilettes esté separada de la bañera, al menos por una cortina.
La sala de baño no debe poseer nada que no tenga que ver con el aseo personal. Evitemos utilizarlo de tendedero de ropa. Evitemos también que queden a la vista frascos de medicamen­tos; que queden expuestos sólo los frascos más bellos y las toa­llas secas.
Proveamos al cuarto de baño de las más agradables fragancias.
Si el baño recibe luz natural, la presencia de plantas en el cuarto de baño contribuye al equilibrio de los Elementos, sobre todo si son de lavanda.
Debe haber suficientes ganchos para colgar las toallas y evitar el desorden, toallas tiradas en el piso o sucias. Las toallas deben cambiarse a diario y lavarse. Es preferible que las toallas sean blancas.
Debe haber suficientes accesorios para sostener el jabón o el papel higiénico.
Siempre debe haber al alcance suficientes rollos de papel higiénico.
Debe haber un espejo.

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