Ante cualquier temor a enfermarte o alguna enfermedad di primero:
"Yo no acepto esto, ni para mí, ni para nadie"
Luego repite:
"Yo soy Salud porque Dios es Salud y le digo a todo virus fuera de aquí, tú no tienes poder sobre mí, ni sobre nadie. Por el más grande Poder de Dios en mí te digo, disuélvete, vuélvete Luz, Luz Salutífera, Luz de Salud, Luz de Dios"
Si a esta invocación la acompañas visualizando una Luz de Color Verde alrededor de todo tu cuerpo o de la persona que tenga la apariencia de enfermedad, aligerarías todo el proceso de sanación de forma sorprendente.
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