viernes, 9 de diciembre de 2011

EL DIEZMO



No hay obligación para diezmar, hasta que uno alcanza el estado de conciencia, en  que prefiere hacerlo.  Dar renuentemente o por un supuesto sentido del deber, es realmente dar por un sentido de miedo.
Algunos piensan que porque están en dificultades apremiantes es imposible diezmar en el presente, pero se proponer hacerlo tan pronto como la circunstancias mejoren.  Esto es perder el objetivo –cuanto mayor sea la necesidad actual, tanto mayor será la necesidad de practicar el diezmo-.
Dad y se os dará; medida buena apretada, remecida y rebosando en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir. (Lucas 6:38)
El secreto de mostrar prosperidad en el sendero espiritual –y sobre ninguna otra base tu prosperidad puede estar segura- es conocer y tener realizado que la única fuente de suministro es Dios, y que tu negocio, empleo, inversiones y clientes, no son más que el canal particular a través del cual dicho suministro te está viniendo ahora desde Dios. La práctica Del diezmo es realmente la prueba de que has aceptado esta actitud. 

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