RAYO ORO RUBÍ DE LA MINISTRACIÓN
PEZCA MILAGROSA (pag.
14/15)
Había mucha
gente que rodeaba a Jesús para escuchar sus Enseñanzas, a orillas del lago de
Tiberíades, cuando Él vio dos barcas que estaban a la orilla del lago.
Los
pescadores habían bajado de ellas y estaban lavando las redes.
Subiendo a una
de las barcas, que era de San Pedro, le rogó a este que se alejara un poco de
tierra; y, sentándose, enseñaba desde la barca a la muchedumbre.
Cuando acabó
de hablar, dijo a Simón: “Naveguemos mar adentro, y echen las redes para
pescar”.
San Pedro le respondió: “Maestro, hemos estado pescando toda la noche
y no hemos pescado nada; pero, en tu palabra, echaré las redes”.
Jesús, aplicando los Pasos de la
Precipitación, hizo que pescaran gran cantidad de peces; tanto, que las redes
se les rompían; llenaron tanto las barcas, que casi se hundían.
De todas
formas, Jesús asumió esto como una alegoría para darles las Enseñanzas
Espirituales.
SAN NICOLÁS (pag.15/16)
San Nicolás
es el maestro de la Precipitación por excelencia; de la nada hacía aparecer
alimentos cuando su pueblo sufría grandes hambrunas.
Una vez,
había una gran escasez de alimentos en Myra, y cerca del puerto pasó un barco
cargado de provisiones.
San Nicolás le pidió al capitán del barco que le dejara
el cargamento para que la gente comiera y no se muriera de hambre.
El capitán
aceptó, dejando las bodegas del barco completamente vacías.
Tan pronto el barco
zarpó, Claus (San Nicolás), hizo la Precipitación de que las bodegas se
llenaran nuevamente de alimentos.
SAN MARTÍN Y LA CESTA (pag.16)
San Martín
de Porres también precipitaba.
Salía del convento con una canasta vacía, y en
lo que veía a un pobre o necesitado, la
canasta se llenaba con alimento para darle.
Del libro: ”SIETE PASOS DE LA
PRECIPITACIÓN”, DE Rubén Cedeño.
Edic. Conj.: EDITORIAL MANIFESTACIÓN, EDICIONES MERÚ & EDITORIAL
SEÑORA PORTEÑA
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