TRATAMIENTO DE LA MADRE MARÍA SANADORA
Mi Alma solamente Magnifica la
Presencia de Dios dentro de mi corazón como salud, y no magnifica ninguna
enfermedad.
Poderosa, Radiante, Milagrosa, Victoriosa Madre y Siempre Virgen
María, te invoco en este momento, en esta hora, con todo el Poder que tienes de
hacer milagros, solucionar situaciones y resolver imposibles, para que hagas el
milagro de milagros, el prodigio de prodigios, y realices el más grande de tus
Milagros, que es esta sanación.
Hazte cargo de este cuerpo, tómalo en tus manos
y libéralo de toda enfermedad.
Amada Madre María: detén el mal, rodea el mal y
disuelve el mal, e instaura aquí el Reino de Dios, de la Luz y su Justicia.
En el Nombre de Dios, convoco las
Fuerzas más Milagrosas de las miles de advocaciones de la Virgen María que
existen en cada uno de los países de todo el mundo, para que con su poder se
introduzcan dentro de este cuerpo, expulsen de aquí toda enfermedad y traigan
salud, armonía, vida, orden y prosperidad,
pag. 54/55.
Del libro: “CÚRATE A TI MISMO”, de Rubén Cedeño. -Edic. Conj.: EDIT.
MANIFESTACIÓN, EDIT. DIOSES MERÚ &
EDIT. SEÑORA PORTEÑA
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