PROVISIÓN
En la
Naturaleza nada carece de nada.
La Tierra recibe todos los rayos solares que
requiere, el arco iris brilla sin que le falte un rayo de luz, hay abundante
agua en los mares, montañas plagadas de árboles, no falta la tierra en ninguna
parte y los seres humanos tienen aire en abundancia.
Vivimos en un planeta cuyo
subsuelo está tachonado de piedras preciosas, con esmeraldas, diamantes,
amatistas, topacios y zafiros; por debajo de las montañas y en mesetas de
infinidad de países hay venas de oro y plata; cuando no, existen cerros de puro
hierro, aluminio y cobre; en el fondo de los mares hay infinidad de hermosas
perlas y corales; y en muchos sitios, debajo de los lagos, ríos y valles, hay
inmensos yacimientos de petróleo; todo nuestro globo está cubierto de aire,
agua, sol y tierra, que son las causas para que existan frutos y vegetales, los
que hay en abundancia por todas partes.
Las
plantas, frutos y flores rebosan de hermosos colores e infinidad de formas,
cada uno brindando algo diferente, como: aromas, sustancias curativas,
vitaminas o, simplemente, belleza.
Los seres
humanos somos prolíficos en ideas, que para inventar siempre estamos prestos.
Nuestras caras y cuerpos son ricos en belleza y cientos de posibilidades para
crear, formar hogares, centros comerciales, fabulosos templos, bibliotecas,
fantásticas ciudades, países poderosos, imperios, religiones, movimientos
culturales, universales y sistemas financieros, donde los bancos rebosan en
fortunas, unas veces líquidas y otras, en préstamos, pero ricos al fin y al
cabo.
Vivimos Rebosantes de Riquezas.
Cada vez
que nos encontremos en la necesidad de dinero o de cualquier provisión, sea de
alimentos, agua o cualquier cosa buena, recordemos que:
Dios todo lo tiene,
que Él lo provee todo, y digamos: "DIOS PROVEERÁ".
Él nos colmará
de la provisión requerida.
No importa que no lo creamos, practiquémoslo,
probémoslo y veremos que nos funciona.
Suministro es proveer a alguien de
algo que necesita. Debido a este Aspecto de DIOS, no debemos carecer de nada.
Dios
colma de riquezas a todos los que lo aman. Recordemos cómo lo hizo con
Salomón; y Jesús, aunque no tenía dónde recostar su cabeza, cada vez que
necesitaba algo visitaba a sus conocidos y lo proveían de todo.
La Biblia
está llena de relatos acerca de Jesús comiendo abundantemente en casa de sus
amigos.
Dice el Salmo 23: "Adereza mesa delante de mí".
Afirmemos las palabras de este salmo cada vez que nos sintamos necesitados de
algo:
"Dios adereza mesa delante de mí",
"mi mundo lo
contiene todo y nada me puede faltar".
Repitámoslo tantas veces como
nos sea necesario, hasta que desaparezca la apariencia de escasez y se produzca
el milagro de la provisión.
¿Qué es la
provisión? Es el derecho que tenemos todos nosotros de contar con lo que nos
hace falta.
De hecho, cuando nacemos, el Rayo Oro-Rubí de la prosperidad, el
suministro y la opulencia está incorporado en nosotros; y no solamente eso,
sino que en la sexta esfera de nuestro Cuerpo Causal, está el Rayo Oro-Rubí,
donde tenemos absolutamente todos los panes que nos vamos a comer en la
encarnación, los espaguetis, la sopa, todo lo que necesitamos, hasta la laca
para el cabello, la crema dental, la vivienda, los viajes; todo, absolutamente,
está en este Sexto Rayo.
Solo basta que lo reclamemos, y lo que necesitamos se
precipita.
Los
metafísicos del mundo entero "todos tienen", "pueden", y no
por haber nacido en una cuna de oro; muchos de ellos fueron personas de escasos
recursos económicos, que al entrar a esta enseñanza y comprender el estado de
provisión perfecto que nos dieron los Arcángeles Uriel y Gracia, inmediatamente
empezaron a tener, abrieron el grifo del chorro de la vida para que no pare más
nunca de suministrar.
Así que no volvamos a decir más nunca
"no tengo", sino "¡Sí puedo!",
"Yo Soy viniendo a
mis manos toda provisión divina que necesito".
Cada vez que debamos pagar algo o hacer un
gasto, afirmemos:
"Yo Soy viniendo a mis manos toda provisión.
Precipita, precipita, precipitación".
Los seres
encargados de la Provisión son los Amados Arcángeles Uriel y Gracia; también la
Madre Lakshmi y todos los seres de provisión.
El Maestro Jesús, en su máxima
oración, expresó: "danos hoy nuestro pan de cada día".
Este no
es solamente el pan que venden en la panadería; ese pan también es la ropa, los
anteojos, la pintura de labios, los zapatos, la comida, la casa y todo lo que
necesitamos.
Cualquier cosa que nos falte no es una carencia externa, es algo
que tenemos que trabajar internamente, como falta de fe y confianza en que lo
debemos tener.
Del Libro PROVISIÓN (pág. 5-7) - Autor: Rubén
Cedeño
Edición Conjunta: EDITORIAL MANIFESTACIÓN &
EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA
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