PRECIPITACIÓN EN SIETE PASOS
Madrid, 10 de Febrero del 2002.
Es posible
que tengas algún sueño que no se te ha realizado, un deseo que nunca se te ha
cumplido o una aspiración muy grande en el corazón. Si eso que anhelas es
bueno, constructivo, beneficioso para ti y para toda la humanidad, es posible
que logres Precipitarlo y manifestarlo en tu mundo. Pero para eso es preciso
cumplir con una técnica, que es La Precipitación en siete pasos.
Eso que
sueñas tener algún día, no solamente pueden ser cosas materiales, como un
trabajo, una mejora salarial, un automóvil, un apartamento o una pareja.
También es posible que sean cosas más sutiles, como el desenvolvimiento de una
virtud, el desarrollo de una cualidad, la formación de un grupo de estudios de
crecimiento espiritual, liberarte de un defecto o algo por el estilo.
Precipitar
es traer a la manifestación algo desde la Sustancia Cósmica
Universal de Dios. Esto solo se hace cumpliendo con los siete pasos, pero
cuando estés práctico lo podrás hacer tan fácil como estirar la mano y que
aparezca lo solicitado sin ningún esfuerzo.
Jesús
conocía el Poder de La Precipitación. Recuerda que precipitó el vino en
las Bodas de Caná, y con tres panes y cinco peces le dio de comer a 5000
personas. San Martín de Porres salía del convento con una canastita vacía, y
apenas veía a un pobre o necesitado se le llenaba con alimento para darle. San
Nicolás es el maestro de la Precipitación. De la nada hacía aparecer
alimentos cuando su pueblo sufría grandes hambrunas.
Primer Paso: Voluntad
Existe algo
llamado la Ideación
Divina , que es la
Mente de Dios, donde están los "Arquetipos" de todo
lo que existe en la tierra, y también de lo que uno quiere hacer y todavía no
está manifestado; es como decir el proyecto.
Estos Arquetipos se construyen de
materia mental, esto es, con la energía de tu pensamiento sostenido. Eso sí,
como todo lo de Dios, ese "Arquetipo" es perfecto, sin errores,
preciso, inteligente y viene sin problemas.
A todo lo
que tú desees le puedes construir un Arquetipo. Imagínate que vas hacer un
pastel, y antes de comenzar a batir los huevos ya tienes en tu mente la forma
de la tarta, hasta con los colores y figuras del decorado. Eso es un Arquetipo.
A todo lo que vayas a hacer puedes crearle un arquetipo; por ejemplo, para el
viaje de vacaciones, tu carrera universitaria, el matrimonio de tus hijos, la
inversión o asociación en un negocio o empresa, como también convertirte en un
ser de luz, haciéndole bien a todo el que se te acerque.
Para
aquello que quieres, antes que nada, debes crearle un "Arquetipo",
pensarlo tal cual lo deseas, hasta con el más mínimo detalle, y tener toda la Voluntad de conseguirlo,
porque sin Voluntad nada se puede hacer. Recuerda que en el mundo
"Arquetípico de Dios", eso que quieres ya está listo, esperando el
momento para venir a tu mundo a bendecirte. Por eso, un acto de fe en tu vida
es agradecerle a Dios que ya tienes eso que le pides, antes de que aparezca.
Siéntate
tranquilo en un lugar donde nadie te vaya a molestar, y con tu mente, conéctate
con el Arquetipo de lo que requieres. Esto consiste en que con tu mente vas a
elaborar el proyecto, algo así como una maqueta de lo que deseas precipitar.
Recuerda que todo Arquetipo debe ser perfecto y preciso.
Por
ejemplo: si deseas formar un grupo de estudios espirituales y ser facilitador
de estas enseñanzas, haz un Arquetipo donde te visualices dando clases; puedes
incluirle detalles, como verte vestido de determinada forma, agrégale la
cantidad de personas que quieres, su ubicación en la ciudad, el tipo de
iluminación que te gusta; hasta puedes incorporarle el decorado de las paredes.
Recuerda que esto es muy serio y no puedes estar cambiándolo, ni contándoselo a
nadie; tampoco haciendo chistes del proyecto, porque en su fase inicial, los
Arquetipos son tan delicados como un niño recién nacido, que si no lo cuidas y
mimas, se te enferma. Si no proteges el Arquetipo, nunca se te va a precipitar,
porque se te desbarataría todo.
Luego de
que tengas el Arquetipo listo, di: "Gracias Padre que ya el proyecto de
este Arquetipo está precipitado y funcionando perfectamente". Si es el
caso de un grupo espiritual que deseas formar, decreta: "Gracias Padre que
ya tengo un grupo, donde le estoy dando la enseñanza espiritual a la humanidad,
ayudando a solucionar los problemas a todo el que lo necesita". Esta misma
fórmula la puedes usar para conseguir una amistad o pareja, un ascenso en el
trabajo o la desaparición de un defecto. De hecho, puedes decir: "Gracias
Padre porque soy cada día más humilde, y pienso primero en el bienestar de los
demás que en el mío propio".
Pero este
primer paso no basta, es insuficiente, y es necesario que le apliques el
próximo, que es:
Segundo
Paso: Sabiduría
Eso que tú
deseas, que ya está manifestado en el Plano Arquetípico -que es la Mente de Dios- requiere
Sabiduría para manifestarse: si es un automóvil, necesitas investigar y conocer
la forma de adquirirlo, y acercarte a la posibilidad de su obtención; si es
conseguir pareja, existen formas conocidas por los enamoradores, y es
importante enterarte de sus procedimientos y que los apliques. Lo que te quiero
hacer entender es que te tienes que movilizar mentalmente en el sentido de lo
que anhelas. Para todo en la vida se requiere Sabiduría.
Si ya
tienes el Arquetipo de lo que buscas, la Voluntad de conseguirlo, la Sabiduría de cómo
hacerlo, ahora te falta otro ingrediente indispensable.
Tercer
Paso: Amor
Si amor no
se consigue nada en la vida. Tienes que amar ese proyecto que estás tratando de
precipitar; desearlo con todo tu corazón y acariciarlo como lo mejor que pueda
existir. Si, por ejemplo, es graduarte en algo, ya debes tener el Arquetipo de
lo que deseas ser, la
Voluntad de ir a la universidad o instituto diariamente y
cumplir con todas las materias, la
Sabiduría para conseguirlo.
Ahora tienes que agregarle Amor, que es ganas,
entusiasmo, apasionamiento por ese Arquetipo que formaste de lo que deseas
precipitar. Por ejemplo, puedes decir:
"Yo amo y envuelvo en mi círculo
de Amor el Arquetipo de fundar un centro de curación, ayuda o enseñanza para
gente necesitada".
Esto mismo es aplicable para conseguir un lugar
donde vivir o determinada suma de dinero. Pero aún todo lo que has hecho no es
suficiente y te hace falta otro paso.
Cuarto Paso: Pureza
Esto
consiste en que no mezcles elementos en el Arquetipo. Si deseas aprender a
elaborar piezas de porcelana y estás en un curso, no puedes decir que ahora lo
que quieres es bordar o aprender a tirarte en paracaídas. Eso sería
"contaminar el Arquetipo". Los Arquetipos no se pueden contaminar.
Hay que mantenerlos en estado de pureza.
Si tu
arquetipo es conseguir un auto con capacidad para cinco pasajeros y que quepa
tu familia, en medio de la persecución de tu objetivo no puedes ponerte a
cavilar, pensando que sería mejor comprar una lancha o un zeppelín. Al
contaminar el Arquetipo, se te desbaratan todos los pasos que diste
anteriormente. Una vez hecho el Arquetipo, no puedes estar cambiándolo; hay que
mantenerlo en estado de pureza.
Quinto Paso: Concentración
Uno tiene
que tener su mente y sentimientos puestos concentradamente en el Arquetipo que
ha diseñado, sin distraerse ni abandonarlo. Si has creado el Arquetipo de
trabajar en una empresa de seguros, al rato no puedes estar pensando en
trabajar de heladero; si decides estudiar piano, después no te puedes cambiar a
estudiar agronomía. Así nunca vas a lograr tus objetivos. Tienes que estar
pendiente del asunto, ocupado en lo que estás precipitando, atento a ver si te
llaman o te requieren en el lugar donde has aplicado. Si te distraes y pierdes
de vista el Arquetipo, se derrumbará tu proyecto de Precipitación.
Sexto Paso: Ritmo
Tienes que
visualizar el Arquetipo, ver que se está manifestando y dar gracias a Dios
porque ya se precipitó físicamente. Esto debes hacerlo con una frecuencia
rítmica, es decir, cada tanto tiempo, a la hora y el minuto que tú establezcas;
puede ser cada mañana, tres veces al día o cada vez que te acuerdes. Esto puede
ir acompañado de la "Oración Científica" o los decretos oportunos
para lo requerido.
Séptimo
Paso: Provisión
Es el último de todos los pasos.
Es cuando se cubre de materia física, tangible y visible, aquel Arquetipo que
formaste mentalmente en un principio y lo ves manifestado frente a ti. Recuerda
decir:
"Gracias Padre por esta precipitación"
cada vez que
éstes gozando lo que precipitaste.
Si ya
conseguiste poner en práctica esta lección, precipitaste lo que tenías en mente
y necesitas precipitar algo más, vuelve a comenzar el proceso desde el
principio. Así te irás rodeando de todas las cosas bellas y buenas que Dios
tiene reservadas para hacerte feliz, y tu mundo dejará de ser un valle de
lágrimas para convertirse en un Paraíso. Cuanto más lo practiques más diestro
te irás haciendo, hasta que un día logres tal maestría que podrás precipitar
instantáneamente. Esto es, que estirarás los brazos, y las cosas aparecerán en
tus manos sin el más mínimo esfuerzo, con el solo poder de Dios actuando por
medio de tus pensamientos y decretos.
Ya conoces
la técnica de la
Precipitación en Siete Pasos. Lo que tienes que hacer es
aplicarla y convertirte en maestro de esta ciencia.
Del Libro PROVISIÓN Colección Metafísica
Práctica (pág. 32-37) - Autor: Rubén Cedeño
Edición Conjunta: EDITORIAL MANIFESTACIÓN &
EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA
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