EJERCICIO DE LUZ
Saint Germain
1º El primer paso hacia el control de uno mismo es
aquietar toda actividad exterior, tanto de la mente como del cuerpo.
De quince
a veinte minutos antes de recogerte a dormir, y por la mañana, antes de
comenzar tu día, haz el ejercicio siguiente que produce prodigios para todo el
que se esfuerce en hacerlo.
2º El segundo paso es asegurarse de no ser
perturbado, y después de haberse
tranquilizado y estar muy quieto, visualizar y sentir el cuerpo envuelto en una
Luz Blanca Radiante.
En los primeros cinco minutos, mientras se visualiza esta
imagen, sentir intensamente la conexión entre el ser exterior y el Magno Dios
Interno, enfocando la atención en el corazón, visualizándolo como un Sol
Dorado.
3º El tercer paso es el reconocimiento, diciendo:
“YO ACEPTO GOZOSO LA PLENITUD DE MI MAGNA PRESENCIA DE DIOS, EL CRISTO PURO”
(BIS).
Siente el gran brillo de la Luz e intensifícala en cada célula de tu
cuerpo durante unos diez minutos más.
Ahora cierra la meditación ordenando:
“YO SOY UN
HIJO DE LA LUZ (BIS). YO AMO LA LUZ
(BIS). YO VIVO EN LA LUZ (BIS). YO SOY PROTEGIDO, ILUMINADO, PROVISTO Y
MANTENIDO POR LA LUZ (BIS) Y YO BENDIGO LA LUZ” (BIS).
Recuerda siempre que:
“Uno se convierte, se
transforma en aquello que medita”,
y puesto que de la Luz salimos, la Luz es suprema
perfección y el control de todas las cosas.
Del libro: “EJERCICIOS DE LA LLAMA VIOLETA”, de Rubén Cedeño (pag.53/54 ).
Editado y Distribuido por: EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA.
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