DECRETOS
El "Decreto" es una afirmación verbal, respaldada con el
sentimiento y el pensamiento, de tal forma que es capaz de crear un arquetipo y
producir el efecto de lo dicho; de esta manera, lo que creemos de las
cosas, lo sentimos, lo expresamos en palabras, y tarde o temprano se cumple.
A la aplicación de un derecho se le dice "TRATAMIENTO". Para
cada problema existen tratamientos efectivísimos que se pueden realizar con el
uso de la "Oración Científica".
Nos pasamos el día decretando, sea con la palabra hablada o pensada.
Si decretamos "YO SOY SALUD",
"YO TENGO DINERO",
"YO SOY INTELIGENTE",
"YO PUEDO",
de tanto afirmarlo, sintiéndolo, comenzaremos a manifestarlo.
Con el poder del decreto podemos ordenar cómo queremos que sea nuestra
vida de ahora en adelante.
La afirmación y la negación mental son todopoderosas.
Con la negación limpiamos la mente de programaciones negativas, y con la
afirmación grabamos sólo cosas buenas y positivas en el subconsciente.
A toda programación, arquetipo, decreto negativo o vibración baja,
digámosle firmemente y sintiéndolo:
"LE QUITO PODER.
NO LO QUIERO, NI PARA MÍ NI PARA NADIE,
LO BORRO".
Así despotenciamos la negatividad.
La afirmación es un decreto positivo, respaldado por la actitud mental y
los sentimientos; con la afirmación podemos ordenar como queramos nuestra vida.
Si deseamos PAZ, digamos:
"Yo decreto PAZ".
La Magnificación consiste en solamente ver y engrandecer a Dios, el
"Concepto Inmaculado" de las cosas perfectas, nuestro Cristo, lo
divino, la buena voluntad, el amor, la belleza, el arte, la poesía, la música,
la opulencia, la salud; y no hacerlo con las imperfecciones y
negatividades, como las enfermedades, los problemas, la falta de dinero, los
crímenes, la ignorancia, que el país está mal.
del libro
"Pizca Metafísica , por Rubén Cedeño"(Pág 24-26)
Editorial
Metafísica Postal
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