miércoles, 12 de septiembre de 2012

Conciencia es darnos cuenta de las cosas,




  CONCIENCIA 

Inconsciencia es no darnos cuenta de las cosas:
actuar sin conocimiento ni reflexión, ignorantemente, desinformados, dormidos, superfluamente, sin profundidad, sin conocernos, sin crecimiento interior, sin espiritualidad, sin progreso, sin ascensión; no estar claros con la profesión, la sexualidad, el camino espiritual que hemos escogido, la familia, el lugar donde vivimos.

Conciencia es darnos cuenta de las cosas, el reconocimiento de la realidad,

 de lo que está sucediendo a nuestro alrededor, dentro de nosotros, de lo que estamos haciendo, de las cosas que nos rodean, de lo que vemos y percibimos, del conocimiento que tenemos, las percepciones, ideas, sentimientos y deseos, de dónde estamos, de las características de todo, de cómo son y qué son las cosas, de lo que significan, sin que nadie nos lo diga; es lo contrario de estar dormidos, inconscientes, distraídos e ignorando.

Más profundo que la mente consciente está el subconsciente. Las cosas que hemos visto varias veces y que hemos repetido mucho, después que se han fijado muy poderosamente en la conciencia, pasan al subconciente, que es un almacén de "Arquetipos", y esas programaciones se transforman en cristalizaciones o ideas fuertemente arraigadas, que actúan automáticamente generando CAUSAS.

En el subconsciente tenemos grabado todo lo que creemos que somos: nuestro estado de seguridad o inseguridad, inteligencia o incapacidad, amor u odio, belleza o fealdad, salud o enfermedad, riqueza o pobreza, perdón o rencor.

En la Supraconciencia está nuestro "Concepto Inmaculado", el "Plan Divino de Perfección", nuestro Cristo y la "Presencia Yo Soy", en estado de no calificación, perfección, total belleza, armonía, salud, prosperidad, amor incondicional, sabiduría infinita, sin conflicto, sin arquetipos y en armonía.

del libro "Pizca Metafísica , por Rubén Cedeño"(Pág 21-23)
Editorial Metafísica Postal


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