domingo, 30 de septiembre de 2012

Los Tres Estados de Conciencia


Los Tres Estados de Conciencia

Atma-Buddhi-Manas  constituye la Llama Triple o los “Tres Estados de Conciencia” de la Divina Presencia “Yo Soy”; es conocido por nombres como el “Ser Espiritual”, la “Tríada Superior”, “Tríada Espiritual” o el “Yo Superior”. 
Es el recipiente donde la Presencia “Yo Soy” vierte su más grande potencial de Bondad, Voluntad, Sabiduría y Amor Divino. 
La Presencia “Yo Soy” es el “Divino Observador” –por eso se la pinta con ojos muy grandes- y anima a su “sombra”, que es el “yo inferior” sobre la Tierra.
Atma-Buddhi-Manas es de una naturaleza idéntica a la Presencia “Yo Soy”, pero proyectando fuera de Ella, de una fuerza apenas un poco menor, asunto producido por los velos de materia que la envuelven, los cuales son más densos que su naturaleza, aunque, para un ser humano, esto es imperceptible.
La Presencia “Yo Soy”, cuando ya ha desprendido de Sí Misma los tres “Átomos Maestros Permanentes” de Atma, Buddhi y Manas, ha iniciado su trabajo, que comienza por la involución. 
El “Yo Soy” no puede descender a un plano más denso que el suyo propio, o perder luminosidad, pero vive y trabaja por medio de Sus tres Átomos Maestros de Atma, Buddhi y Manas.
Aunque la Presencia “Yo Soy”, en su propio plano, en lo que respecta a su vida interna, es Fuerte, Consciente, Capaz, supremamente Amorosa, Inmaculadamente Pura, Verdad Suprema de nuestro Ser, Provista de todo lo indispensable y de Absoluto Amor Compasivo, en los planos inferiores, por motivo de las limitaciones del tiempo y el espacio, las creaciones mentales y emocionales, parece que fuera sólo una simiente que para la mayoría de las personas es desconocida.
La Presencia “Yo Soy”, al principio de su advenimiento a los planos más densos, es esclavizada por ellos y dominada por la materia densa; pero lentamente, a través de la evolución, con mucha seguridad y constancia, Ella va moldeando la materia para poder expresarse por intermedio de ella, y así la va dominando y va desenvolviendo la maestría hasta conseguir supeditarla absolutamente.  
En este propósito está protegida y ayudada por las Supremas Inteligencias Cósmicas del Segundo Rayo Dorado, hasta que Ella con el tiempo, puede vivir en los mundos más densos tan plenamente como en los más sutiles, y convertirse en un “Sol Espiritual”, luego en un “Gran Sol Espiritual”, después en un “Gran, Gran Sol Espiritual Central”, y de último, en un “Gran, Gran, Gran Sol Espiritual Central” o “Logos Cósmico”, y producir de sí misma un Universo. Porque un “Gran Sol Espiritual Central” no crea de la nada; Él lo desenvuelve todo desde dentro de Sí Mismo.
Esta plena manifestación de los tres Aspectos de conciencia expresada por la Presencia “Yo Soy”, tiene lugar en el mismo orden que la manifestación del “Triple Logos” en el Universo. 
El Tercer Aspecto de la Divinidad, que es el Rayo Rosa del Amor-Actividad, como energía creadora y acumulador de conocimiento, es el primero en perfeccionar sus vehículos. 
El Segundo Aspecto, el Rayo Dorado de la Sabiduría, expresándose como Razón Pura o Intuición, es el segundo que resplandece; este es el Mesías, el Cristo o “Krishna Interior”. 
El Primer Aspecto, el Rayo Azul de la Voluntad, el Poder Divino del “Yo Soy”, es el último en revelarse. El Ser humano primero percibe y es capaz de desarrollar el Amor de Dios; luego, su Sabiduría; y lo último y más difícil de manifestar es la Voluntad Divina.

Del libro: “Jerarquías Creadoras”, de Rubén Cedeño; pág. 88 a 91. Edición Conjunta: EDITORIAL MANIFESTACIÓN & EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA.

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