LECTURAS
Qué bien
le van al Alma las Sagradas Escrituras, donde el siglo no interviene con sus
inconstancias de “esto, ahora sí” y “esto, ahora no”, como esos libros en que
supuestos eruditos espirituales dan veredictos diciendo:
“Este escrito sí es de
un verdadero mensajero; éste no”.
Los Libros
eternos, como “Las Florecitas de San
Francisco”, “Las Reglas de San Benito”, “La Autobiografía de un Yogui”, “El
Evangelio de Sri Ramakrishna”, “El Gran Yogui Milarepa del Tíbet”, “El Guita”, los
evangelios de Jesús, “Imitación del Cristo” de
Kempis, el “Sagrado Libro del Yo Soy” de
Saint Germain, abren universos de Luz en el Alma, llevando la comprensión
humana tan profunda y lejana en los “Asuntos del Alma” que hablan directo al
Alma.
Estos
pueden ser el manual de conducta espiritual de todos los miembros del Grupo,
para que en interioridad, sencillez, humildad, recogimiento y mucha
espiritualidad, sean siempre realizadas todas las cosas.
Han de ser
los amigos del Alma, donde el buen consejo, la correcta premisa y el augurioso
proceder procuran el centramiento del Alma en el cuerpo, la expansión de su
brillar y la perpetuidad de Su Luz.
De los
Santos Seres, al Alma convienen sus escritos, que iluminan rincones
obscurecidos a los que les es menester más luz.
Si nos encontramos
en el camino con alguno de estos Santos Seres que al Alma convienen, es natural
que sólo nos entreguemos con Él, en conversaciones que regocijen las
expansiones de la Conciencia Divina.
Pero decir
que se está de tratos y se habla con espíritus invisibles, aunque se les estime
de gran talante, es un genocidio para el Alma.
Realmente
es recomendable, como un “Asunto del Alma”, el darse a lecturas de vidas de
Santos, Buddhas, Iniciados y Mahatmas de la humanidad.
Uno
aprende mucho y se llena tanto de Luz, que nos colma de ejemplos de cómo
actuar, y nos inflama el gusto de ser como Ellos; eso es bueno, porque edifica
una vida espiritual hermosa y llena de tanto colorido, que uno no lo cambiaría
por ninguna otra cosa del mundo.
Del libro:
“Asuntos del Alma”, de Rubén Cedeño; pág. 107/108. Edición Conjunta: EDITORIAL
MANIFESTACIÓN & EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA.
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