TEMPLO DE LA FE Y LA PROTECCIÓN EN BANFF
En la
región etérica de las Montañas Rocosas Canadienses, cerca de Banff, se
encuentra el Templo del Señor Miguel, el Príncipe de los Arcángeles y las
Huestes Angélicas. El Templo es grande, de forma circular, y tiene cuatro
entradas dirigidas hacia los puntos cardinales.
Está hecho de una hermosa
sustancia dorada, incrustada de zafiros azules, y sobre su cúpula se erige una
representación del Señor Miguel, sosteniendo una espada de Luz Azul Viva.
El Arcángel
Miguel vino a la Tierra con sus Legiones por Su propio "Libre
Albedrío", cuando encarnamos por primera vez y llegamos al Grand Teton.
Vino como nuestro guardián, para que nuestros Cristos pudieran expandirse,
desarrollarse, madurar rápidamente y en perfecto equilibrio, y así cumplir
nuestro "Plan Divino de Perfección", tanto individual como colectivo.
En ese tiempo, el Señor Miguel y Sus legiones celestiales eran visibles.
La
principal actividad del Arcángel Miguel es magnetizar y revivir la Fe en la
bondad de Dios y en nuestra Llama Triple -que es la perfección de nuestro
"Concepto Inmaculado"- y liberar cualquier vida aprisionada en la
duda y las energías siniestras; defender a los afligidos y desprotegidos de mente,
emociones y cuerpo, ya que esto impide nuestro desarrollo espiritual. Antes de
la llegada de los "rezagados", el sabio consejo y amorosa protección
del Arcángel Miguel eran concientemente aceptados y obedecidos, y a menudo
veníamos individualmente o en grupos a Su templo, para bañarnos en la radiación
de Su amorosa Presencia y en la conciencia de la fe absoluta en la bondad de
Dios. Una y otra vez, el Arcángel Miguel o un Ángel de Sus legiones, ha avivado
la chispa de la Fe espiritual en nuestro corazón desalentado y aparentemente
abandonado, hasta que nuevamente sentimos y aceptamos el valor para elevarnos y
continuar nuestro curso.
Antes de ir
a dormir, volvamos nuestra atención al Templo de la Fe y la Protección del
Arcángel Miguel, y pidámosle a nuestra "Presencia YO SOY" que nos
lleve allí en conciencia, para sentir los amorosos brazos protectores del
Arcángel Miguel a nuestro alrededor, aceptar Su bondadoso consejo y pedirle
asistencia para remover las causas y núcleos de sufrimientos mentales, emocionales
y físicos, que nos tienen limitados de cualquier forma.
Digamos nueve veces
"Corta y libera", haciendo una cruz -mentalmente-con una espada.
Pidámosle también
que nos aconseje sobre el uso apropiado de la vida, capacitándonos para cumplir
nuestro "Plan Divino de Perfección".
Asegurémonos de solicitarle a la
Amada Señor Leto que recordemos en la conciencia cerebral externa, cuando
volvamos al cuerpo después de dormir, dónde fuimos y qué aprendimos allí, a
través de las vivencias que nuestro ser interno experimentó. Disfrutemos de la
Presencia del Arcángel Miguel, y permitámosle que sea nuestro Amigo en la Luz.
Del Libro EL
CIELO (pág. 52-53) - Autor: RUBÉN CEDEÑO
Edición
Conjunta: EDITORIAL MANIFESTACIÓN & EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA
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