LA CIENCIA DE LA TRANSMUTACIÓN
Esta Ciencia de la Transmutación, la cual está de nuevo tratando
simplemente con niveles vibratorios, ha estado disponible para el hombre desde
la gran caída en conciencia.
Ha habido brotes de su renacimiento a través de la
historia, pero desafortunadamente, cuando la conciencia cae, la resistencia se
incrementa, especialmente en algo tan trascendente como esta Actividad.
La
transmutación es la ciencia de elevar la vibración de una sustancia hasta que
pueda “saltar” hacia dentro de otro patrón atómico.
En la curación esto
presupone que hay un patrón de enfermedad y un patrón de perfección dentro del
cual cada órgano, célula y molécula en un estado enfermo puede ser
transformado.
La palabra “mutante” trae consigo desafortunadamente una connotación
negativa, aunque su raíz es igual que la de transmutación.
Cualquier persona
que tenga la más ligera imperfección es un “mutante” de su Plan Divino y de su
Ser Divino.
La creación de este estado enfermo no sólo requiere una mala calificación
de la energía que, cuando fluye a través de la persona, literalmente disminuye
la vibración y comienza a desintegrar su patrón atómico perfeccionado; sino
también del continuo mal uso de la vida para sostener la enfermedad y darle un
medio ambiente en el que pueda crecer.
Cuando este patrón del uso de la energía
se cristaliza en un hábito, éste llega a ser extremadamente difícil de cambiar
y es aceptado entonces como “una existencia normal”.
Luego, desde este estado,
la humanidad clama ser curada de su enfermedad, mientras continúa creando la
atmósfera que sostiene dicha enfermedad.
Es así, que al seguir los buenos
principios de la curación, no sólo deberíamos interesarnos en el proceso de
curación de una enfermedad específica, sino también en cambiar el proceso de
vida que en primer término ha generado y sostenido la enfermedad.
Este proceso de vida está centrado en los centros de pensamiento y
sentimiento donde la vida es impresa con su principal nivel vibratorio.
La
curación del futuro no será algo “hecho a” un individuo sino que requerirá el
pleno consentimiento, conocimiento y cooperación del ser que es curado en un
proceso de curación con el Curador y con su propio Ser Crístico.
Esta clase de
compromiso personal será requerido; la recompensa no será simplemente la
liberación de la enfermedad, sino un patrón de vida concebido para permitir la
plena expresión de la Conciencia Crística,
Esta es la meta y el propósito
definido de un Curador de la Nueva Era.
Del libro: “Manual de Curación”, de Rubén Cedeño; pág. 35 a 37.
Edición conjunta: EDITORIAL MANIFESTACIÓN, EDICIONES MERÚ & EDITORIAL
SEÑORA PORTEÑA.
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