UNA
CONCIENCIA DESPIERTA AL AMOR
Tener
la Conciencia Despierta es tener Amor a la Buena Voluntad, al Saber y al Amar;
es sentir, vivir, expresar y proyectar Amor, siendo afectivo, cariñoso y
agradecido con los demás, lo que es la Omnipresencia Divina.
No puedes sentir y
decirle a alguien que lo odias, rechazarlo, condenarlo, dividirte de él o
atacarlo, porque en ti y en esa persona, en la “Chispa Divina”, está el Amor;
lo mismo sucede con los animales, las flores, los árboles, las piedras, el
agua, el fuego, la tierra, el aire y todo.
No hay nada en el Universo que no
tenga Amor. ¿Cómo vas a odiar, si el mismo Amor que está en ti está en el otro?
SEPARATIVIDAD
Todo
acto separatista es anticrístico.
La finalidad de la vida es tomar conciencia
del Amor Crístico, que es unirnos con el otro que también enseña sobre estos
temas, el otro político que también trabaja por el mismo país.
No nos distraigamos creyendo y trabajando
en la fantasía de la existencia de la única religión o la única verdad.
La
unidad comienza no odiando ni rechazando al que tenemos al lado.
Cuando
nos recreamos en el verde de los campos y las praderas, la belleza del cielo,
el amor de la gente y la placidez de las flores, estamos desenvolviendo Amor.
No nos permitamos sentir una sola ráfaga de odio por nada ni por nadie.
Concienciemos:
“Te envuelvo en mi
círculo de Amor”.
Odiar solamente le hace daño al que odia.
La ausencia del
brillo de esta consciencia en nosotros, produce sufrimiento, apatía y
desencanto por todo.
Se desarrolla en nosotros una Conciencia Despierta de Amor
cuando nos inundamos de Amor hacia la creación y ya no solamente nos llama la
atención el amor de pareja o hacia alguien en particular, sino hacia toda la
creación.
Es el Poder Omnipotente del Amor que todo lo puede y conquista, capaz
de transformar cualquier cosa.
Apliquemos esta consciencia cada vez que
tengamos problemas por ser autoritarios y necesitemos gobernar o dirigir con
amor a una persona, organización, colegio, grupo o lo que sea.
Del
libro. “Rayo Rosa”, de Rubén Cedeño;
pág. 70/71. Edición conjunta: EDITORIAL
MANIFESTACIÓN & EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA.
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