“YO SOY SALUD”
El Espíritu es nuestra máxima expresión de vida, de existir, de Ser.
El “YO SOY” es tu Espíritu puro y perfecto, tu único Ser real. El “YO
SOY” es igual a Dios. El “YO SOY”, o Dios en ti, es un Fuego Electrónico de un
resplandor solamente comparable al de mil soles.
Él es toda la máxima salud que
puedes anhelar. El “YO SOY” es perfecto, jamás puede enfermarse.
Cuando se dice “YO SOY”, es como si
todo el universo manifiesto se paralizara para ver el calificativo que le
sigue; y si éste es, por ejemplo, “Yo Soy Salud”, todo se inunda de Salud.
Si,
por el contrario, se afirma un calificativo negativo, como cualquier
enfermedad, también se manifestará. Por eso es que siempre que se use el Verbo
Sagrado “YO SOY”, debe ser para bendecir tu corriente de vida y la de toda la
humanidad en Salud.
Cuando dices “YO SOY” estas
pronunciando el nombre de Dios, si luego dices “salud”, eso se manifiesta;
porque Dios es “YO SOY”, y la energía del “YO SOY” se califica con la palabra
que tú quieras.
Puedes pasar varios días identificándote
con una apariencia de enfermedad, que se seguirá expresando mientras tú la
alimentes con tu mente, la hables y creas que es verdad.
El día que le digas a
esa apariencia de enfermedad:
“Tú no
existes”, “tú no eres verdad”, “tú
no tienes poder”, e invoques al “YO SOY” como lo contrario a esa
apariencia, desaparecerá; no importa lo grande que sea, ni lo que abarque la
apariencia negativa, “YO SOY” abarca más, “YO SOY” puede más.
Cuando dices: “YO SOY la única
Presencia, el único Poder y la única Actividad produciendo Salud”, le estás
quitando poder a todas las creaciones de enfermedad.
Así estás imponiendo la
verdad y el poder más grande, para tener Salud; pero cuando dices: “yo estoy
enfermo”, estás cerrándole la puerta a la manifestación de la Salud de la
propia Presencia de Dios.
Tienes en tus manos el poder, el cetro
de mando; úsalo, manéjalo, no le tengas miedo a nada.
¿Por qué te va a dar
miedo usar el Cetro del Poder de la Presencia “YO SOY”, para traer Salud a la
Tierra a través de Dios?
Por eso se te da este conocimiento,
para que rompas las cadenas de enfermedad, asumas el mando, el control y el
poder de tu vida y del mundo que te rodea, produciendo un estado de cosas donde
te sea agradable vivir.
Del libro: “Cúrate a ti mismo”, de Rubén Cedeño; pág. 9 a 11. Edición
conjunta: EDITORIAL MANIFESTACIÓN, EDITORIAL DIOSES MERÚ & EDITORIAL SEÑORA
PORTEÑA.
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