PESCA MILAGROSA
Había mucha gente que rodeaba a Jesús para escuchar
sus Enseñanzas, a orillas del lago de Tiberíades, cuando Él vio dos barcas que
estaban a la orilla del lago.
Los pescadores habían bajado de ellas y estaban
lavando las redes.
Subiendo a una de las barcas, que era de San Pedro, le rogó
a este que se alejara un poco de tierra; y, sentándose, enseñaba desde la barca
a la muchedumbre.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón:
“Naveguemos mar
adentro, y echen las redes para pescar”.
San Pedro le respondió:
“Maestro,
hemos estado pescando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, en tu
palabra, echaré las redes”.
Jesús,
aplicando los Pasos de la
Precipitación , hizo que pescaran gran cantidad de peces;
tanto, que las redes se les rompían; llenaron tanto las barcas, que casi se
hundían.
De todas formas, Jesús asumió esto como una alegoría para darles las
Enseñanzas Espirituales.
San Nicolás es el maestro de la Precipitación por
excelencia; de la nada hacía aparecer alimentos cuando su pueblo sufría grandes
hambrunas.
Una vez, había una gran escasez de alimentos en
Myra, y cerca del puerto pasó un barco cargado de provisiones. San Nicolás le
pidió al capitán del barco que le dejara el cargamento para que la gente
comiera y no se muriera de hambre.
El capitán aceptó, dejando las bodegas del
barco completamente vacías.
Tan pronto el barco zarpó, Claus (San Nicolás), hizo
la Precipitación
de que las bodegas se llenaran nuevamente de alimentos.
SAN MARTÍN Y LA CESTA (pag.16)
San Martín de Porres también precipitaba.
Salía del
convento con una canasta vacía, y en lo que
veía a un pobre o necesitado, la canasta se llenaba con alimento para
darle.
Del libro: ”SIETE PASOS DE LA PRECIPITACIÓN ”,
DE Rubén Cedeño.
Edic.
Conj.: EDITORIAL MANIFESTACIÓN, EDICIONES MERÚ & EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA
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