NO HAY POR QUÉ ACEPTARLO - Rubén Cedeño.
de Metafisica Mendoza, el martes, 4 de diciembre de 2012 a la(s) 14:44 ·
Cuando uno es sincero y sostiene una amistad durante años, es porque quiere y le da placer esa relación, mucho mas si es con una persona inteligente, de buen gusto, entrega algo de su vida a la Enseñanza Metafísica, y de vez en cuando hace algo en bien de los demás y su país. El hecho que esa persona tenga algunos problemas de personalidad no es justificativo para dejarla, pero tampoco para permitirles negatividades, porque nos hacen daño, se nos pegan y “No hay por qué aceptarlo”. Así que hay que decírselo, le guste o no. Tratemos de hacerlo de la mejor manera y si no le gusta, ya será asunto de ella admitirlo.
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Habemos personas que desde hace años estudiamos metafísica y hemos escogido esa forma de vivir armónica, positiva, sin rollos, ni traumas, y feliz. Si además de eso, hemos complementado esto con una vida artística o profesional llena de éxitos, produciendo obras llenas de positivismo y felicidad, vivimos en el colmo de la dicha, como decimos en metafísica: “En el Cielo”.Debido al entrenamiento que hemos recibido metafísicamente y el grado de felicidad en que vivimos, no tenemos por qué aceptarle a nadie que de buenas a primeras nos venga, en persona, por Internet o teléfono a achacarnos negatividades, y menos aun, condiciones defectuosas que solo están en la cabeza del que acusa, que presuma que estamos mal, que necesitamos ayuda psicológica, que nos esté aplicando conceptos psiquiátricos caducos de libros baratos de autoayuda que se lee, asuntos como que: las cosas negativas que a veces le pasan a uno por expandir la Luz, dar conferencias, iluminar a la humanidad y hacerle bien a los demás, son por defectos de nuestra personalidad, cosas que debemos corregir, faltas a nivel psicológico que podamos tener o karma que se nos devuelve. Decir estas cosas es cruel.
Encima del esfuerzo que uno hace y del sacrificio, nos maltratan diciendo que es por culpa de uno. Si esto fuera verdad, habría que acusar el Maestro Jesús, San Pedro, San Sebastián, el haber tenido una vida turbulenta, llena de karma y psicológicamente traumática, por haber recibido el tipo de muerte que tuvieron y al igual que ellos, todos los que se inmolan y sacrifican por la libertad de los seres humanos. Y no es así. Es porque absorben parte del mal karma del mundo. Como dice el Maestro Hilarión: “Ustedes no tienen que vivir con nada imperfecto en sí o en ninguna otra persona, a menos que amen esa imperfección más de lo que aman a la Verdad en esa persona, condición o cosa a la cual están sirviendo, o que les está sirviendo a ustedes”.
Los verdaderos metafísicos practicantes, no usan psicólogos, psiquiatras, ni pastillas psiquiatritas, no estamos en contra de esas cosas, pero una persona que conoce y aplica los “Siete Principios Universales”, sabe dirigir su vida, si no muy bien, pero mejor que muchos, y por eso, son los psicólogos los que, muchas veces, nos piden ayuda a los metafísicos.
Hay personas que no están imbuidas al cien por ciento en el trabajo de expansión de la metafísica, que no están entregadas por completo a ella por décadas a dictar conferencias en todos los continentes y con éxito, que además no saben de los requerimientos de la Jerarquía Espiritual para estas labores, y debido a ello, no están en capacidad de ponerse ha hacer criticas y comentarios, a la forma de actuar de los que lo hacen, sus métodos, procedimientos y lineamientos. Que tupe de ignorancia y prepotencia. “No hay porque aceptarlo”. Solo se le aceptaría cualquier crítica o mejor dicho, sugerencia, a todo aquel que haga en la misma medida y alcance, lo que realiza al que pretende criticar, y seguro que si es así, no se atreve a proferir una sola palabra de condenación, porque sabe lo difícil que es hacer esto. Es muy fácil y además siniestro, estar detrás de una computadora viendo lo bueno y constructivo que hacen los demás y ponerse a condenar, buscándole peros. Eso se les devolverá. La Ley del bumerang a veces tarda en cumplirse, pero no deja de cumplirse jamás.
Negarse a aceptar todo esto, uno no lo hace por disgusto, mal humor, obstinación, o cansancio. Es hacer como Conny Méndez me enseño: negar lo negativo y decir: “No lo Acepto”. Esto se hace por vivir positivamente y no con el cerebro embotado de acuerdo a terapias seudo psicológicas y libritos de autoayuda comerciales, buscándoles explicaciones fallidas a todo lo que pasa, sin aplicar los Principios Divinos. Eso, “No hay porque aceptarlo”.
Estas cosas negativas se dicen, se exponen y no se aceptan, sin dolo, ni odio, sino porque hablándolas es la única forma que otro las pueda entender. Y si a veces algunos metafísicos no actúan de inmediato, denunciándole estas fallas al que las comete, ni negándoselas al instante, es porque inocentemente presumimos, que en el tipo de contestaciones que damos y el profundo silencio que hacemos ante una negatividad, mote minimizante, el otro puede intuir el desacuerdo. Pero hay veces que no es así y hay que proceder a comunicarlo verbalmente o literalmente como el caso lo permita. Auque la mayoría de las veces no son muy bienvenidas y agradables estas sinceridades de parte del que cometa la falta.
Si las personas en cuestión, están de acuerdo en no seguir calificando mal la energía, no ponerle sobre nombres a alguien y consideran esto razonable, se puede seguir adelante con la relación, como si no hubiera pasado nada. Pero si los comentarios de alguien hacia uno, como un amigo, compañero de trabajo y a veces hasta un familiar, no están llenos de Fe, Sabiduría, Amor explicito, belleza, Verdad, Paz, Perdón, ver nuestro Cristo Interno, Puro y Perfecto, el Concepto Inmaculado, el Plan Divino de Perfección, las virtudes de los Siete Rayos y el cumplimiento de los Siete Principios Universales, como nos enseñan los Maestros Ascendidos, que es como uno puede y debe vivir, uno le puede agradecer a esa persona, que cambie su actitud con nosotros o que se ponga a estudiar metafísica. Y si no cambia, es mejor que le pidamos con mucho respeto y amor a esa persona, (si no nos afecta la decisión para nada), que no se comunique mas con uno, hasta que no cambie su forma de tratarnos. Esa persona en vez de ser una bendición, es un mar de negatividades y esas vibraciones se pegan y hacen daño. Es mas, muchas de estas personas actúan así negativamente y le achacan defectos a excelentes e intachables facilitadores de metafísica, desconociéndoles su respetable presencia Crística. Dicho vulgarmente, es una falta de respeto.
Si alguien muy negativo se comunica con nosotros para solicitar ayuda en caso de necesidad y que desee cambiar, con todo gusto deberemos atenderla y no importara cuantas negatividades tenga y expongan, si solo se persigue la finalidad de transmutar por el uso de la Llama Violeta y los Siete Aspectos de Dios. Y esto se hará siempre y cuando Dios y los Maestros nos asistan.
Los Ángeles 13.6.2007
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