TRATAMIENTO DE LA
MADRE MARÍA SANADORA
Mi Alma solamente Magnifica la Presencia de Dios
dentro de mi corazón como salud, y no magnifica ninguna enfermedad.
Poderosa,
Radiante, Milagrosa, Victoriosa Madre y Siempre Virgen María, te invoco en este
momento, en esta hora, con todo el Poder que tienes de hacer milagros,
solucionar situaciones y resolver imposibles, para que hagas el milagro de
milagros, el prodigio de prodigios, y realices el más grande de tus Milagros,
que es esta sanación.
Hazte cargo de este cuerpo, tómalo en tus manos y
libéralo de toda enfermedad.
Amada Madre María: detén el mal, rodea el mal y
disuelve el mal, e instaura aquí el Reino de Dios, de la Luz y su Justicia.
En el Nombre de Dios, convoco las Fuerzas más
Milagrosas de las miles de advocaciones de la Virgen María que existen en cada
uno de los países de todo el mundo, para que con su poder se introduzcan dentro
de este cuerpo, expulsen de aquí toda enfermedad y traigan salud, armonía,
vida, orden y prosperidad.
Del libro: “CÚRATE
A TI MISMO”, de Rubén Cedeño. -Edic. Conj.: EDIT. MANIFESTACIÓN, EDIT.
DIOSES MERÚ & EDIT. SEÑORA PORTEÑA
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