CRISTO SANADOR
Cuando nos enfermamos o queremos darle ánimo a un enfermo, podemos
expandir la conciencia y decir:
“Yo Soy el Cristo Sanador”.
“El Cristo” dirige todas las funciones biológicas de manera perfecta,
porque lleva impreso el “Plan Divino de Perfección” del funcionamiento de
nuestro cuerpo.
Si necesitamos salud, reconozcámoslo como EL CRISTO SANADOR. No hay
dolor que el Cristo no borre.
“El Cristo sanador dentro de mí cura
ahora toda apariencia de enfermedad”.
Imaginemos que cada vez que tenemos una enfermedad, El Cristo actúa
con Sus manos y nos sana.
No hay enfermedad que “El Cristo” no
sane.
Cuando entramos a un hospital con la conciencia del “Cristo Sanador”,
las vibraciones son tan positivas, que pueden cambiar la polaridad negativa de
todo el recinto, dejando una estela de curación y ganas de vivir tras de
nosotros.
“Pilares”, de Rubén Cedeño. –Edic. conjunta: EDIT.
MANIFESTACIÓN & EDIT. SEÑORA PORTEÑA.
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