CONÓCETE A TI
MISMO
En ese “Conócete a ti mismo” está todo: el
Rayo Dorado; las conciencias Átmica, Búddhica, Mental; el desarrollo del “Yo
Soy”, de los cuatro vehículos inferiores; el despertar del Cristo.
Esa es la clave de todo.
Pero no es tan fácil como decirlo; puede
ocuparnos la encarnación completa y más todavía.
Mientras no emprendemos el conocimiento de
nosotros mismos, no hacemos absolutamente nada.
Nosotros tenemos mucho para llegar a
conocernos; dentro de eso está el conocimiento de los Siete cuerpos y la
Observación.
Venimos a encarnar para desarrollar las
virtudes de los “Siete Aspectos de Dios”, pero ese silencio, esa conspiración
que tenemos siempre alrededor para que no crezcamos, no sepamos, nos impide
evolucionar.
Tuve a mi lado a una persona bien
interesante que se llamó Katiuska, quien era al revés de todo el mundo.
Me decía siempre: “A la gente hay que decirle sus errores para que evolucione, para que
ese Cristo tenga la oportunidad de corregir ese defecto de su personalidad y
acelere más en su encarnación”.
Ella era la primera que lo practicaba; no
tenía problemas en decirle a uno las cosas.
“Rayo Dorado”; Rubén Cedeño. –Edición conjunta:
EDIT. MANIFESTACIÓN & EDIT. SEÑORA PORTEÑA.
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