SENSIBILIDAD A
LA BELLEZA
La Sensibilidad a la belleza de un árbol, a
la inmensidad del mar, la corriente de un río, los arreboles de un atardecer,
una pieza musical, una escultura, un cuadro, la arquitectura de un edificio o
un templo, una mujer o un hombre hermoso, es tener “Conciencia Crística”.
Pero para esto, es necesario ser muy
sensitivo y detenerse a contemplar la belleza en cada cosa, sin medir el
tiempo, sin la mente prejuiciosa.
Es muy importante desarrollar la
sensibilidad hacia las cosas hermosas.
“Rayo Blanco”; Rubén Cedeño. –Edición
conjunta: EDITORIAL MANIFESTACIÓN &
EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA.
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