VESTIR
Toda ropa se lleva por
fuera y el “Ser” se lleva por dentro, por fuera y por todas partes; entonces,
¿cómo vas a creer que la ropa que te pongas, va a condicionar al “Ser”?
Es el Ser el que
condiciona la ropa.
Los practicantes del
Buddhadharma creen que vestidos de color azafrán están siendo renunciantes,
pero están apegados a la túnica y no renuncian a ella; los franciscanos creen
que es el color marrón; los yoguis, de blanco; los sacerdotes católicos, de
negro.
Todos los colores son
colores y nada más, y la gente será santa si se dicen que lo son, y serán
siniestros si así se afirma.
Así que puedes vestir
como quieras, Dios te Bendice como estés vestido.
Pero como Dios es Luz, si
quieres andar vestido de Luz usa el blanco o los colores de la Luz, que son los
que vemos en el arco iris.
Ciertamente, el azafrán
es el color de La Renuncia para los del Buddhadharma; y el negro, lo es para
los cristianos; y el blanco para los yoguis; pero, el verdadero color de la renuncia es sin tonalidades, andar sin llamar
la atención, común y corriente, de manera natural.
La
renuncia no depende de los colores de la ropa sino de las actitudes.
“SER”;
Rubén
Cedeño. –SEÑOR DEL ACONCAGUA EDICIONES.
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