domingo, 21 de julio de 2013

OBSERVANDO SIN CALIFICAR

OBSERVANDO SIN CALIFICAR

Cuando se observa sin calificar, cualificar, etiquetar, fragmentar o conflictuar, se va más allá de la mente.

Cuando no calificamos, hacemos silencio en la meditación, solamente observando en soledad y quietud, sobreviene una mudez mística y sobrecogedora, llena de Amor Compasivo, que inunda TODO lo que nos rodea, produciendo una Paz que aquellos que se acercan perciben y que los bendice.

Podríamos ocuparnos de ese estado de alerta en que estamos, observándonos y observando las cosas que nos rodean.

El principio del desarrollo está en la percepción de lo que es Dios y la manifestación de sus Siete Aspectos, en el ser, la existencia, la vida, la luz; y esto se percibe solamente mediante la Observación.

Rubén Cedeño; “Rayo Dorado”. - Edición conjunta: EDIT. MANIFESTACIÓN & EDIT. SEÑORA PORTEÑA.


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