GÉNERO
En el “Ser” no hay características sexuales, no
se es ni hombre ni mujer, lesbiana ni gay, ni otra variación sexual.
Sencillamente en el Ser, se Es, y este estado de Ser se puede expresar indiferentemente a
través del cuerpo de un hombre, una mujer o cualquier otra condición.
Pero, ¿cómo algo tan
grande como el “Ser”, se puede limitar a expresarse solamente debido a una
función sexual o a unos caracteres hormonales?
Esto es imposible: El “Ser” es hombre o mujer, en Él, todo es uno sin opuestos.
El ser no es afectado por
las creaciones calificadoras del “no-ser” que se inventan haciendo creer que
verdaderamente son el ser, la eternidad o Dios.
SER
SIN CONFLICTOS
Los conflictos sólo
existen en el no-ser; en el Ser no hay problemas por llegar a ser “esto o
aquello”.
El Ser ya todo lo Es.
Eso que siempre has
anhelado Ser, ya lo eres, sólo tienes que verlo: está allí, siempre ha estado.
Pero no se ha
concienciado.
Sosiégate y sé lo que
quieres Ser.
Nada más tienes que hacer.
¡Es tan fácil!
Solamente está allí,
posesiónate de Él, nada más.
Es asunto de tomarlo sin
la espera que produce la ilusión del tiempo.
¡Agárralo Ya!
Hoy es el día.
La Bienaventuranza, la
felicidad, el canto, la belleza, el amor, la paz, la sabiduría, emanan del Ser
porque son inherentes a Él.
La alegría del Ser no es
solamente reírse, es un gozo interno que puede ser silencio o escándalo, canto
o poesía, que avanza y asume toda la vida sin conflictos, sin discusiones, sin
oposiciones.
Del libro: “SER”,
de Rubén Cedeño. – Edición: SEÑOR DEL ACONCAGUA EDICIONES
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