CUIDADO CON EL MAL
El mal no existe como creación divina, pero la mala calificación de la
energía, sí, y en ella se basan las “energías siniestras” para atacar, destruir
y sacar del Sendero a los estudiantes espirituales.
Todo el que desconoce el mal y la maldad es presa de estos, por el
mismo hecho de desconocerlos.
Cuidado, no caigan en el espejismo de creer que quien desconoce el mal
y la maldad es muy metafísico; todo lo contrario, es una persona peligrosa.
Basta que vean la vida de Jesús, en relación a Judas y Barrabás; en la
vida del Señor Gautama, observen las maldades de Devadatta; en la vida de Santa
Teresa de Ávila, a la Princesa de Éboli.
Ellos tuvieron que saber cómo capotear el mal para no caer presos de
él
Todo santo ha tenido un malvado al lado.
Si estos santos no hubieran conocido el mal y la maldad, hubiesen sido
víctimas de ellos y no hubieran logrado la santidad; conocer sus vidas nos
ilustra para no ser presas de la malignidad.
Ejemplo de ello son obras como “Parsifal”,
“Zanoni”, “Hermano de Tercer Grado”, “Adonai”, que toda persona espiritual
está en la obligación de leer como
entrenamiento para la “Vivencia Espiritual”.
Extraído del “Libro Tibetano de
los Muertos – Bardo Thödol”; Rubén Cedeño.
Editorial Manifestación & Editorial Señora Porteña.
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