EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA
Repetimos como loros en el Padre Nuestro: "El
pan nuestro de cada día dánoslo hoy", y al terminar de rezar, decimos:
"No tengo trabajo",
"no me alcanza el sueldo",
"todo
está muy caro",
"no tengo un peso".
¿Y dónde se quedó esa
afirmación del Padre Nuestro?
Una de dos, o Jesús era un mentiroso y usó esa
frase de adorno, que no nos sirve para nada, o tú andas aplicando mal la
oración.
Creo que de las dos opciones, la última es la que te está sucediendo,
ya que Jesús no dio ninguna enseñanza falsa, y cuando expresamos:
"El
pan nuestro de cada día dánoslo hoy", es para que ese "pan"
lo tengamos a cada momento y sin fallar jamás.
Cuando en la Biblia aparece la palabra
"pan", es sinónimo de suministro de "toda cosa buena" que
necesitamos en la vida, como puede ser la comida misma, ropa, transporte y
otras cosas indispensables para vivir decentemente, como por ejemplo la casa,
el trabajo, una cama, una silla, una cocina y tantas menudencias más.
"El pan nuestro de
cada día dánoslo hoy",
estamos decretando el suministro de todo lo que
necesitamos para vivir aceptablemente, como es lo normal en este siglo XXI.
Pero si después de afirmarlo lo desbaratas con la interminable lista de
"no", afirmando imposibilidades, pues vivirás como el resto de la
gente que reza y reza, y pareciera que sus oraciones no llegan a ninguna parte.
Y no es que no se manifieste lo pedido; es que Jesús dice:
"Como
creíste te será hecho".
Creer en el uso positivo de la mente, los
sentimientos y los decretos, es todopoderoso.
Rubén Cedeño – Libro PROVISIÓN -EDITORIAL MANIFESTACIÓN &
EDITORIAL SEÑORA PORTEÑA
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