SIN CAMINOS
El Sendero Espiritual, como un caminito –bien sea de flores o con
espinas-, no existe.
No es que algún día va a venir un maestro vestido de blanco,
te va a poner la mano encima y
te va a decir:
“Usted está iniciado, ya
comenzó el sendero”.
Eso no existe, es mentira.
El Sendero es la vida misma;
es el grupo espiritual al que perteneces;
te lo hacen los estudiantes
a los que les facilitas la instrucción;
está en la calle,
la oficina donde trabajas,
la empresa donde te encuentras.
Rubén Cedeño; libro:
“Shamballa”.
Editorial Manifestación & Editorial Señora Porteña.
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