PROHIBIDO
QUEJARSE
La
queja y el reclamo son el cáncer del alma.
El “Perdón” y la “Llama
Violeta” se enseñan para ponerlas en práctica, para no quejarse ni reclamar,
primero y principal, con los miembros del grupo, los familiares o amigos.
Reflexiona cada vez que
te quejas diciendo: “Fulano me hizo tal cosa”, “Zutano me dijo lo otro”.
Es como un niño malcriado
quejándose con su papá.
Si te quejas de no tener
dinero, amor o salud, nunca lo tendrás.
Lo
contrario de la queja es el agradecimiento.
Cuando se está en armonía
espiritual no hay quejas ni reclamos, sino agradecimiento.
Se agradece diciendo
Gracias, regalando, complaciendo, invitando a comer.
Hay que meditar,
concienciar y vivenciar los decretos:
“Gracias
Padre por todo lo que me das”.
“Yo
Soy la Armonía en Ti”,
“Bendigo tu Cristo Interior”.
Rubén Cedeño; libro: “Metafísica Avanzada”.
Grupo Editorial
Metafísica & Editorial Señora Porteña.
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