LA
PAZ DE DIOS LLENA MI ALMA
“No le temo a las
circunstancias, no me temo a mí mismo, ya que Dios está conmigo.
La Paz de Dios llena mi
alma y no tengo temor”
Ningún temor nos puede
rozar ni a leguas de distancia, y esto se logra con la actitud mental de Fe.
Lo único a lo que hay que
temerle es al temor.
Cuando hay Amor, no hay
temor, porque el temor es la ausencia de Amor.
Al declarar: “La Paz de Dios llena mi alma”,
estás decretando que asumes estar tranquilo, relajado, apacible, sin angustias, seguro de que la Gracia Divina está actuando y dirige todo en tu vida, sin angustiarte.
Rubén Cedeño; “Tres Oraciones
Mágicas de Emmet Fox”
Grupo Editorial Metafísica &
Editorial Señora Porteña
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