viernes, 25 de marzo de 2016

VEN A MI, ¡OH CRISTO!, COMO EL BUEN PASTOR

VEN A MI, ¡OH CRISTO!,
COMO EL BUEN PASTOR
¡Oh Cristo, bienamado Hijo de Dios!, te embarcaste en un mar agitado por una tempestad de mentes prejuiciosas. Las despiadadas olas de sus pensamientos laceraron tu tierno corazón.
Tu pasion en la Cruz fue una victoria inmortal de la humildad sobre la fuerza, del alma sobre el cuerpo.
Que tu ejemplo inefable nos aliente a soportar con valor nuestras pequeñas cruces.
¡Oh Gran Amante de la humanidad desgarrada por el error!
En miriadas de corazones se ha levantado un invisible monumento al supremo milagro de amor que fueron tus palabras:
"Perdonalos, Señor, porque no saben lo que hacen".
Elimina de nuestros ojos las cataratas de la ignorancia, para que podamos ver la belleza de tu mensaje
"Ama incluso a tus enemigos como a ti mismo, pues aunque tengan la mente enferma, o estén adormecidos en el error, son igualmente tus hermanos".
¡Oh Cristo Cósmico!, Haz que también nosotros podamos vencer a satanás del egoismo, que divide a los seres humanos y les impide unirse, en apacible acuerdo, con el unico lazo del Espiritu.
Tu que eres la Perfección misma y sin embargo fuiste crucificado, enseñanos a no resentirnos con las inevitables pruebas de la vida, ese diario desafío que ha de afrontar nuestra fortaleza ante la adversidad, nuestro autodominio ante las tentaciones y nuestra buena voluntad ante la incomprensión.
Innumerables creyentes, purificados por tu contemplación, perfuman su vida con la fragancia que exhala la flor de Tu Alma.
¡Oh Buen Pastor!, Tu conduces a tu inmenso rebaño a los pastos siempre verdes de la Dehesas de la Paz.
Nuestra máxima aspiración es ver al Padre Celestial con los ojos abiertos de la Sabiduría, como Tú lo ves, y saber, como Tu lo sabes, que en verdad somos sus Hijos. Amen.
Paramahansa Yogananda

No hay comentarios:

Publicar un comentario