DE LA MANO CON LA VERDAD
Salta 15.6.2011
Cualquier persona, pero más todavía cuando se está en una “Vivencia Espiritual”, se es sacerdote o facilitador de las Enseñanzas Espirituales, cada mentira que se dice o verdad que se acalla, tarde o temprano, va a destruir al que la ejecuta. “Lo peor que puede hacer un estudiante o facilitador de la Verdad es andar con la mentira”. Hay que andar de la mano con la Verdad.
La Verdad es una entidad que es real, existe, aunque no se vea o se crea mitológica, está presente cada vez que se dice una Verdad para respaldarla y también en todo momento cuando se dice o manipula una mentira para desmentirla, y vela porque cada falsedad u ocultamiento de la Verdad sea develado. La Verdad en persona, por Principio de Causa y Efecto, hace que la energía de la falsedad se devuelva con toda su fuerza contra el que miente u oculta la verdad, no con el deseo de perjudicarlo, aunque, quiera o no, lo va a perjudicar, pero lo hace con el propósito de que aprenda a ser veraz. Así, gracias a este ser de Luz que es la Verdad, se ha mantenido la Legitimidad de las cosas incólume a través de los tiempos y se mantendrá por siempre.
Dios es Verdad y no va a permitir que la farsa reine en el mundo, Él mismo, con todo su poder, actúa contra el que miente, haciéndole que su falsedad se convierta en su propia escuela de aprendizaje, sufriéndola. La Verdad, a veces, tarda en salir a flote o develarse, pero siempre sale, y para esto hay una razón.
Cuando se dice una mentira o se oculta una Verdad, inmediatamente, en los planos internos, desde el plano etérico, astral y mental hacia arriba, se forma un poderoso vórtice espiritual de color verde con la información contraria a la mentira, sea en palabras o hechos, envolviendo la energía de las palabras o los sucesos falsos. Así, desde arriba hacia abajo, comienza a pulsar ese Vórtice de Energía Verde para hacer develar la verdad sobre los hechos y no hay fuerza de nada ni nadie que lo detenga. Hasta que no se devele la Verdad, este Vórtice de Energía Verde puede pasar años, hasta de una vida a otra, y no se disuelve jamás hasta que la verdad es develada. Si el ejecutor de la mentira no devela la Verdad, este Vórtice de la Verdad busca a personas sensibles a la Verdad para hacer ver lo que custodia a través de ellas.
¿Qué necesidad tiene alguien de proclamarse discípulo de un Maestro, Sacerdote, Gurú o Facilitador sin serlo, o de decir que este ser lo está apoyando en sus acciones sin estarlo? Se sabe que esto se hace para presumir, quedar bien, sentirse respaldado o tener autoridad, pero esto se develará y sucederá lo peor, que ese Maestro, Sacerdote, Gurú o Facilitador, desde que sabe esto, rechazará a ese estudiante por embustero y nunca lo aceptará en sus filas internas de mayor confianza. Un Maestro, Sacerdote, Gurú o Facilitador que permite que esté un mentiroso en sus filas es un descrédito para su ministerio. Si se comete un error y se culpa a otro de haberlo cometido, tanto el mal karma del error, más el de la mentira, arremeterán con toda su doble fuerza contra el que ejecuta tal acción y lo desplomarán irremediablemente.
Lo que pasa es que la mentira es dulce, ya que crea situaciones muy complacientes para el que miente, como tener autoridad, sea física o espiritual, sin poseerla, dinero fácil, reputación falsa, puestos en la sociedad sin tenerlo, apariencia agradable, y todo esto le gusta mucho al que la tiene y al que la ve también. El mentiroso y el que permite la mentira son cómplices en la falsedad y serán ambos víctimas de la amargura cuando se devele la realidad.
Se han caído en poco tiempo reputaciones, sacerdotes, facilitadores, personalidades, negocios, imperios, grupos, escuelas espirituales y editoriales porque sus cabezas han usado la mentira para quedar bien ante los demás, mantenerse en el poder, tiranizar, obtener dinero y manipular. Y al final, ¿para qué? Para que todos sus esfuerzos se derriben, caigan en desprestigio, se destruyan y esa persona nunca más sea creída. “La mentira desprestigia de por vida”.
Hay verdades dolorosas de aceptar, duras de afrontar, difíciles de manejar, que da vergüenza decirlas, pero esa misma poderosa entidad que es la Verdad, que con toda su fuerza ayuda siempre a develar la mentira y arremete contra el que la manipula, con su mismo Poder respalda, protege, ayuda y le da fuerza al que dice y actúa con la Verdad, convirtiéndole en héroe, personaje confiable y de la más honesta reputación ante el mundo y ante Dios, y esto es uno de los mejores tesoros que se pueden tener, tanto en el cielo como en la tierra. Cueste lo que cueste, anda siempre de la mano con la Verdad.
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