Una real Enseñanza Espiritual hace a sus participantes dejar de sufrir y ser FELICES. Cuando buscamos un libro, video, audio, actividad o comunicador de la Enseñanza Espiritual es porque queremos dejar de sufrir y ser FELICES. Eso nos hace entregamos a este estudio. Si hay sufrimiento, infelicidad, a veces buscamos la FELICIDAD en un amante, comodidades, dinero y posición social, bebidas o drogas, distracciones y política, o en último caso en la espiritualidad por medio de la religión o la Enseñanza Espiritual.
Pero lo externo es cambiante y no ofrece una felicidad permanente y a veces sucede, que en la religión o la Enseñanza Espiritual, volvemos a problemas por caer en manos de un sacerdote o facilitador que no es FELIZ, está amargado, tiene broncas consigo mismo, es un tirano, autoritario y represivo, que en vez de soluciones ofrece más problemas. Entonces, ¿dónde buscar la felicidad?
A veces respondemos automáticamente; "dentro de nosotros", porque lo leemos en los libros o el instructor espiritual lo dijo y lo repetimos.
Si estuviéramos conscientes que "la felicidad está dentro de nosotros", no la buscaríamos por fuera o en una persona.
La mayoría de las Enseñanzas Espirituales se aprenden y se repiten conceptualmente. Por eso en algunas prácticas y estudios espirituales, los participantes se cambian de facilitadores, de una sociedad esotérica a otra y siguen en el mismo odio, la misma división, la misma mediocridad, sin poder de decisión propia, sin saber, si les dicen la verdad o la mentira. Continúan en la misma ignorancia de siempre.
Si no encontramos la fuente de la FELICIDAD en nuestro interior, no tenemos una sonrisa fácil no somos alegres, no transmitimos FELICIDAD, es porque no tenemos consciencia de la Chispa Divina en nosotros, no se está manifestando.
El principio de la FELICIDAD, y de los otros Aspectos de Dios como la Buena Voluntad, el Amor, la Belleza, la Paz, la Salud y el Perdón; están en todas partes. En la alegría que produce la música, el tener hijos o estudiantes que aprenden de uno, ejercer un trabajo que a uno le guste, tener amistades agradables gente a quien querer ir a los sitios que a uno le gusta.
Pero hay quien no se percata por sí mismo de la FELICIDAD. Los sietes principios y aspectos de Dios están dentro de uno y de cada cosa que existe.
La FELICIDAD está viva, activa en todas partes y la podemos disfrutar, pero hay gente que prefiere saberlo teóricamente de la lectura de un libro, de las palabras de un instructor que se los diga, obteniendo así sólo el concepto frío, triste y teórico y no la vivencia rebosante, la risa sonora y jacarandosa de la FELICIDAD.
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