La curación es la ciencia del amor. Todos tenemos la capacidad para curarnos si invocamos a nuestra PRESENCIA CRÍSTICA para que fluya y haga la necesaria conexión atómica y molecular en nuestro cuerpo.
En el trabajo de curación, debemos pensar y sentir a Dios como EL HACEDOR, EL HACER Y EL HECHO.
Hay que recordar, que la enfermedad es responsabilidad de quien la tiene, pues posee el libre albedrío de permanecer con o deshacerse de ella.
Para curarnos, debemos unirnos a la primera causa Universal que es la presencia YO SOY. Esta unión traerá a nuestro mundo continua perfección.
Hay que asegurarse que cada pensamiento sentimiento palabra hablada o acción vibre con salud.
La curación viene de una mente pacífica y un corazón fuerte.
La manifestación de la enfermedad tiene raíces en el pensamiento y sentimiento enfermo, la curación tiene sus raíces en los pensamientos y sentimientos saludables.
El elemental del cuerpo trabaja con los constructores de las formas, con el cristo interno de la corriente de vida y con los señores del karma. Su trabajo comienza en el momento de la concepción y continua durante todas la encarnaciones de una corriente de vida.
Muchas enfermedades son causadas por las rebeldías y anulación y falta de luz de este elemental del cuerpo.
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