He aquí unas sugerencias sencillas:
1. Cambia tus hábitos de pensamiento. Asegúrate de eliminar todo resentimiento, crítica y condenación de ti mismo y de otros, sin importar cuán válido pueda parecer el pretexto para abrigarlas.
2. Cambia tus hábitos de comida. Incluye algunos artículos alimenticios nuevos que no ingieres habitualmente -y descarta algunos de los viejos.
3. Mantén tus oraciones frescas, nuevas y sencillas. Apártate de las frases y afirmaciones usuales.
4. De ser posible, re arregla tu orden de trabajo en la oficina o taller. Resuelve cualquier vieja rencilla que quede por allí.
5. Reorganiza tu recreo y entretenimiento. Añade algún pasatiempo nuevo y elimina alguno de los viejos.
Procura leer un periódico diferente y familiarízate con revistas distintas a las que sueles leer.
6. Descarta toda preocupación acerca de política, negocios y la situación mundial. Te sorprenderá encontrar que el mundo se las arreglará para continuar... de alguna manera.
Tómate una vacación de ti mismo... puede que te guste tanto el cambio que lo hagas permanente.
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